Alejandro Toquero, que vive sus horas más bajas de popularidad más bajas al frente de la alcaldía de Tudela tras conocerse que se embolsó unas dietas incompatibles con su cargo, está intensificando sus lamentos porque en Tudela fueron interceptadas dos personas que estaban pegando unos carteles con su rostro para protestar contra la decisión de Navarra Suma de instalar cámaras de videovigilancia en varios puntos estratégicos de la capital ribera.
La portavoz de Izquierda-Ezkerra, Olga Risueño, aseguraba esta semana en rueda de prensa que "si Toquero cree que eso es delito mayor, ha de ir al juzgado y poner denuncia. Es el cauce, los servicios municipales no están para esa función".
La ordenanza de Limpieza Viaria, tal y como recoge el Diario de Noticias, señala que "la colocación de carteles, pancartas y adhesivos se efectuará únicamente en los lugares autorizados. En todo caso, el lugar de colocación se fijará de conformidad con la petición y con ocasión del otorgamiento de la licencia, y serán fijados con cinta adhesiva, rechazándose el empleo de cola, pegamento o similares".
Risueño recordó que la multa por incumplir esta ordenanza podría oscilar entre los 60 y 150 euros y aseguró que "UPN hizo una campaña muy sucia con mentiras y bulos contra el anterior candidato de I-E".
El día que Toquero utilizó el autor de los carteles para hacer sangre contra Larrarte
Cabe recordar que el autor confeso de los carteles, Santiago Sainz, es cabeza visible de una empresa que en 2017 anunció que dejaba Tudela por la presión fiscal del equipo de Gobierno liderado por Eneko Larrarte.
"La empresa Code Matrix anuncia que abandona Tudela y se marcha a Zaragoza por la falta de apoyo, ayuda y silencio de las administraciones públicas. Seguimos dejando escapar el talento. Esto es un fracaso de los organismos públicos de aquí y de Navarra. Así ni hacemos ciudad, ni Ribera", escribía Toquero.
UPN incluso utilizó el asunto con tintes xenófobos: "Code Matrix es una empresa tecnológica de jóvenes, de emprendedores, de Tudela, y la dejan ir. No han pedido sueldo barato, ni han solicitado que el consistorio intervenga para hacerse con naves a buen precio. Solo han pedido ser escuchados, contar sus sueños y un poco de apoyo. Recibimos migrantes mientras hacemos volar a los nuestros. Así nos va. #Esloquehay".