Desde 1998 se han aprobado seis Planes de Empleo por parte de Gobierno de Navarra CEN, UGT y CCOO; el primero, para los años 1999-2001; el segundo, para el periodo 2002-2004 (417,1 millones
de presupuesto); el tercero, para 2005-2007 (431,6 millones), el cuarto, para 2009-2012, con una prórroga posterior para 2013 y 2014 (43,4 millones de euros), el quinto de 2021 a 2024 ( 701,7 millones de euros), y el sexto presentado hoy con una asignación de 552,7 millones de euros.
Todos estos Planes han tenido como elemento común la asignación de grandes cantidades de dinero público, la promesa de grandes logros a la hora de firmarlos y un diagnóstico autocomplaciente y lleno de propaganda una vez finalizada su vigencia.
El objetivo del Plan es financiar a sus firmantes a cambio de legitimar las políticas antisociales de este Gobierno (negativa a hacer una reforma fiscal, impulsar el TAV, perpetuar la temporalidad en el sector público...). Este sistema de diálogo social permite a la Patronal vetar todo acuerdo que vaya a perjudicar sus intereses. Por eso, no se abordan las causas que permiten que cada vez haya más trabajadores y trabajadoras navarras que sufren situaciones de precariedad laboral, porque no se trata de impulsar una verdadera política de empleo, sino de desarrollar un modelo clientelista. Muestra de ello es la enorme siniestralidad laboral. En Navarra, de media, muere una persona en accidente laboral cada dos semanas. En lo que llevamos de 2025 han fallecido 4, la última hoy mismo.
En el Plan de Empleo el Gobierno de Navarra no asume ningún tipo de compromiso concreto ni tan siquiera para reducir la temporalidad en el sector público, a pesar de ser el mayor empleador de Navarra. El hecho de que el Gobierno de Navarra quiera convertir Osasunbidea en una entidad pública empresarial para poder despedir no ha sido obstáculo para que UGT y CCOO firmen el Plan de Empleo.
El diálogo social y los Planes de Empleo en Navarra han consistido en un entramado opaco donde se intercambia financiación pública por paz social, y donde se acaban legitimando las políticas antisociales de los gobiernos. Por todo esto, ELA considera que con el nuevo Plan de Empleo, PSN, Geroa Bai y Contigo Zurekin hacen suyas las políticas antidemocráticas y contrarias a la clase trabajadora de los tiempos de Sanz y Barcina.