18 de los 22 entes congozantes de Bardenas respaldaron la continuidad de José María Agramonte (Navarra Suma) como presidente de la Junta durante al menos otros cuatro años más. El organismo, además, avaló la subida de sueldo del fustiñanero, que pasará a embolsarse 57.000 euros anuales en vez de los casi 54.000 que cobraba hasta la fecha.
Agramonte achacó su subida de sueldo al crecimiento del sueldo de los funcionarios, él en realidad no lo es, mientras los congozantes pasarán en 2023 a percibir 450.000 euros anuales en vez de los 400.000 actuales tras dispararse el canon que reciben del Ministerio de Defensa, de 10,1 millones anuales que cobraban hasta 2018 a los 16 millones hasta 2028.
El presidente de la Junta de Bardenas fue criticado en la asamblea general celebrada anteayer por el concejal valtierrano David Hernández (Na+), que aseguró que una carta anónima había denunciado que Agramonte se estaba suministrando agua a una caseta de campo suya a cuenta de la Comunidad.
Por su parte, el concejal fustiañero Félix Floristán, que pasó del PSN-PSOE a formar parte del equipo de Gobierno de su localidad junto a Na+, pidió investigar la posible "irregularidad", denunció la politización de la Permanente y preguntó a los asambleístas si para ellos Bardenas era "venir solo a recibir un dinero", tal y como recoge Diario de Navarra.
El sueldo de Agramonte
José María Agramonte asumió la presidencia de Bardenas en 2017 con un sueldo de 18.000 euros anuales a cambio de 40 horas semanales. Pero este miembro destacado de Navarra Suma ha visto mejora sus emolumentos hasta los 53.600 euros anuales tras ponerse dedicación exclusiva y cerrar la peluquería que regentaba.
El colectivo Bardenas Libres criticó la subida de sueldo el pasado año: "Casi 54.000€ por realizar un trabajo sin cualificación técnica es mucha tomadura de pelo, viniendo de un peluquero". Batzarre, por su parte, se preguntó "dónde queda la ética política y la ejemplaridad que debe regir la actividad política".
Izquierda-Ezkerra Tudela también mostró su enfado: "Nos parece un sueldo desproporcionado para alguien que no tiene perfil técnico para dirigir lo que ocurre en un espacio declarado Reserva de la Biosfera, con gran interés turístico, y con un Polígono de tiro en el interior. Un Parque Natural necesita una gestión técnica, profesional y multidisciplinar, y no política".