El Gobierno de Navarra ha aprobado la primera fase de la modernización del regadío de Ribaforada, cuyas obras comenzarán en 2023 con un presupuesto de ocho millones de euros y abarcarán 594 hectáreas del regadío del Canal de Lodosa, en la zona conocida como La Dehesa.
Esta actuación, que beneficiará a 370 propietarios y propietarias, ha sido presentada en la rueda de prensa posterior a la Sesión de Gobierno por la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, quien ha explicado que se realizarán trabajos de concentración parcelaria y en infraestructuras agrícolas para pasar de riego a manto o gravedad a riego por goteo.
La financiación de estas obras, cuyo inicio está previsto en otoño de 2023, proviene del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) para los ejercicios 2023 y 2024. La actuación se sustenta en un decreto foral aprobado por el Gobierno de Navarra en su sesión de esta mañana, que declara la utilidad las obras y su urgente ejecución.
La modernización del regadío de Ribaforada, tal y como ha explicado la consejera Itziar Gómez, se completará con una segunda fase de 1.000 hectáreas en la zona de El Monte, que se ejecutará en 2024 y cuya financiación será compartida con presupuestos europeos y del Gobierno de Navarra.
Aumentar la eficacia de los sistemas de riego
La consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, ha señalado también que “una de las líneas estratégicas a impulsar por parte del Departamento es la modernización de los regadíos tradicionales. Actuaciones como ésta incrementan la eficacia y la eficiencia de estos sistemas de riego, permitiendo una gestión racional y sostenible del agua, una cuestión clave en el reto ante la emergencia climática y más en escenarios de escasez hídrica e hidrológica como el actual”.
Según la consejera, “Europa nos está exigiendo ya estos cambios de sistema y acometer políticas de eficiencia en la gestión del agua. En Navarra estamos alineados con ello y, además, hay que tener en cuenta que actuaciones como esta van a mejorar la rentabilidad de las explotaciones. Por un lado, permitiendo el incrementando de la dimensión de las fincas y, por otro, reduciendo los costes del riego”.