El Ayuntamiento de Tudela anunció hace unos días que ha firmado un convenio con la Fundación Familia Torres Irigoyen para la construcción, en la calle del Bailío, de un centro intergeneracional de al menos 30 viviendas de alquiler, de las que 14 estarán destinadas al uso de personas de entre 65 y 80 años de la zona, físicamente autónomas, pero con escasos recursos económicos, que no puedan vivir en sus domicilios particulares.
Este nuevo proyecto que verá la luz tras la tramitación de un Plan Especial de Adecuación Urbana (PEAU) que supondrá un incremento de edificabilidad, una modificación en las alturas permitidas y el cambio de la tipología de uso del suelo de residencial unifamiliar a colectivo.
La memoria del proyecto contempla la construcción de al menos 30 viviendas, repartidas en tres bloques independientes con un mínimo de 10 viviendas por bloque, distribuido en planta baja y dos elevadas (baja+2+ático), sin barreras arquitectónicas.
Al menos 24 de ellos serán de un dormitorio y el resto, de dos o tres. Uno de ellos está destinado al conserje y su familia, la cual deberá prestar sus servicios en el edificio. Todas las viviendas dispondrán de baño geriátrico dentro del dormitorio, cuarto inodoro para las visitas, salón comedor con cocina americana y amplio balcón exterior.
Los de planta baja dispondrán además de terrazas en la parte posterior. En la planta semisótano, se construirá el aparcamiento de vehículos, así como los servicios interconectados de Atención médica, sala de gimnasia y fisioterapia, sala de estar y música, y cafetería automatizada. En la cubierta, se localizarán los trasteros y el resto se destinará a terraza para los usuarios.
Luciano Torres, presidente de la fundación, aseguró que la organización que preside destinará una ayuda por el valor de un mínimo del 40% de la renta objeto del alquiler.