El Hospital Reina Sofía de Tudela ha atendido a más de un centenera de pacientes en su consulta de prevención secundaria de osteoporosis, dependiente del Servicio de Medicina Interna y gestionada por la unidad de Ortogeriatría, en su primer año de apertura. Actualmente, en España hay 74 consultas de este tipo y la que alberga el Hospital Reina Sofía de la capital ribera es la primera en la Comunidad Foral.
La implantación de esta consulta, cuyo objetivo es prevenir nuevas fracturas en pacientes que ya han sufrido alguna previa, supone un importante avance en el abordaje de la osteoporosis (conocida como FLS por sus siglas en inglés -Fracture Liason Service-), fragilidad de los huesos producida por su descalcificación, con formación de poros y disminución de la densidad, al favorecer la identificación temprana de pacientes candidatos a seguir un tratamiento que prevenga la pérdida de masa ósea y, con ello, nuevas fracturas.
La consulta está implementada dentro de la Unidad de Ortogeriatría y la coordinan la reumatóloga del centro hospitalario, Marina Soledad Moreno García, y la enfermera de reumatología, Patricia Floristán Resa. Los y las pacientes con fractura por fragilidad (cadera, húmero, radio o vértebra) son derivados por los servicios de Traumatología, Medicina Interna o Rehabilitación a esta unidad con consulta de FLS y son evaluados en un plazo máximo de 6 semanas tras la fractura y, en el caso de necesitar ingreso por una cirugía, se les evalúa durante este ingreso.
En el primer año de actividad, la consulta de Coordinación de Fracturas ha atendido a 135 personas (el 78% son mujeres), con una edad media de 80 años. El 77% de estas personas atendidas seguían el tratamiento pautado por la unidad al mes de haber sido recetado. Durante el primer trimestre de 2022 el 78% de los y las pacientes atendidas en la unidad de Ortogeriatría han sido citadas en esta consulta.
Beneficio para pacientes y sistema sanitario
La apertura de esta unidad multidisciplinar de fracturas conlleva un doble beneficio: por un parte, para los y las pacientes, con la prevención de nuevas fracturas y la mejora en la información que reciben sobre su patología y tratamiento con una mayor adherencia a los fármacos. Por otra parte, para el sistema sanitario, al reducir costes directos e indirectos derivados de las asistencias por fracturas, por lo que se trata de una medida coste-eficiente.
Las fracturas por fragilidad suponen un gran impacto económico y social. Según el informe europeo de la Fundación Internacional de Osteoporosis publicado el pasado febrero, que documenta la epidemiología y carga económica de la osteoporosis en 29 países europeos; en el año 2019 se produjeron en España 289.000 fracturas por fragilidad, el equivalente a 33 fracturas por día. Dicho informe estima que el 22´6% de las mujeres y el 6´8% de los hombres de 50 años o más sufren osteoporosis en España. La incidencia de esta enfermedad se deja ver también presupuestariamente ya que, según el informe, el coste de las fracturas suponía, hace tres años, el 3´8% del presupuesto de Sanidad.
La implantación de las consultas de coordinación de fracturas (FLS) es una recomendación recogida internacionalmente por grupos de expertos sanitarios, que han evidenciado que este tipo de unidades son necesarias para un abordaje sistemático de la prevención secundaria de las fracturas, que posibilita detener el ‘círculo vicioso’ de las fracturas por fragilidad.