Cuatro bibliotecas navarras se alzan con premios en el concurso que Toquero se negó a inscribir a la de Tudela







 



Las bibliotecas de Artajona, Mendavia, San Adrián y Viana han resultado galardonadas en el concurso de “Proyectos de animación a la lectura María Moliner”, que organizan el Ministerio de Cultura y Deporte y la Federación Española de Municipios y Concejos, entre localidades de menos de 50.000 habitantes.

Los proyectos premiados en la convocatoria de María Moliner son los siguientes: “Ampliando aforos, ampliando personas usuarias en tiempos de pandemia”, de la Biblioteca de Artajona; “La biblioteca de hoy: actividades virtuales y presenciales”, de la Biblioteca de Mendavia; “1971-2021: 50 años de la Biblioteca Públicas de San Adrián”, de la entidad de la localidad; y “2021: actualizando el sistema”, de la Biblioteca de Viana. Cada una de ellas recibirá un premio en metálico de 2.014,69 euros para la adquisición de fondos bibliográficos.

Cabe recordar que e-Ribera.com desveló que Alejandro Toquero impidió que se inscribiera en este concurso la Biblioteca Yanguas y Miranda de Tudela, a la que el grupo municipal de Navarra Suma se niega a aumentarle la partida anual que le proporciona el Ayuntamiento de Tudela... a pesar de que el grupo parlamentario de Na+ en el Parlamento de Navarra ha reconocido las carencias económicas que lastran a un servicio cuya compra de libros y organización de actividades deben ser sufragados por los municipios. 

Proyectos 

La Biblioteca de Artajona presentó la propuesta titulada “Ampliando aforos, ampliando personas usuarias en tiempos de pandemia”. Sus bibliotecarios, Ana Sancho hasta marzo de 2021, y Ion Guergue en la actualidad.

Ambos destacan que la iniciativa se enfocó en “superar las restricciones que la pandemia nos ha impuesto, haciendo un uso eficaz de las nuevas tecnologías para poder seguir manteniendo una gran variedad de actividades de animación y sensibilización hacía la lectura”.

Todo ello, añaden, “con la participación de un gran tejido asociativo, trabajando en red, y con un marcado enfoque de concienciación social”.

El proyecto “La biblioteca de hoy: actividades virtuales y presenciales”, de la Biblioteca de Mendavia, apostó por ser, “un espacio que actúe como el faro cultural de la localidad, integradora con todos los colectivos, acogedora y ante todo flexible, con gran capacidad de adaptación a todas las circunstancias”, según explica su bibliotecaria, Ana Amestoy.

Así, en todo momento se ha querido mantener un programa de actividades “estable y, ante todo, flexible”, tanto de forma virtual como presencial, “acomodándonos así a las restricciones sanitarias establecidas en cada momento”. La consecución de la mayoría de las actividades ha sido posible gracias a la implicación de personas voluntarias de la biblioteca.

La propuesta “1971-2021: 50 años de la Biblioteca Públicas de San Adrián”, de la su responsable Laura Romero, ha impulsado un programa de actividades organizadas “por y para nuestros usuarios del día a día”, tanto público infantil como adulto.

Explica además que “se tuvo muy en cuenta a artistas y colectivos dedicados a la cultura, tanto locales como autonómicos y de provincias colindantes, primando la cultura del kilómetro cero”. El programa tuvo “un éxito rotundo, cumpliendo todas nuestras expectativas y celebrando”, señala, “por todo lo alto el 50 cumpleaños de nuestra biblioteca”.

Desde Viana se presentó la iniciativa “2021: actualizando el sistema”, de la mano del responsable del centro Iñaki Suso, que mostró los cambios que está viviendo para adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad, “sin llegar a perder su esencia”.

Así, el proyecto descansa sobre cuatro soportes. “Una fabulosa y fundamental” colaboración con los centros escolares; un “mimo especial” hacia niños y jóvenes, ya que un 60% de quienes acuden a la biblioteca tienen menos de 18 años; una “amplia oferta de centros de interés y sugerencias de lectura” para personas adultas; y la “participación en proyectos colaborativos a nivel de Navarra, estatal o europeo”.

En el primero de estos soportes, destaca “Éranse una vez 8 bibliotecas”; en el segundo, un proyecto con Chinchilla de Montearagón sobre César Borgia; y en  el tercero, el hermanamientos con bibliotecas de Polonia, Croacia y República Checa. “Estas actividades son promocionadas en redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram o Tiktok”, según exponen.