Cincuenta años con el Olentzero en Tudela



 



El origen del Olentzero, "tiempo de lo bueno", se pierde en la memoria de los tiempos y está asociado con los festejos precristianos del solsticio de invierno: hace siglos nuestros antepasados celebraban el final del periodo más lúgubre del año en términos meteorológicos y la llegada de una etapa más luminosa. 

Cuenta la leyenda fuertemente enraizada en la mitología vasca que este carbonero originario del municipio navarro de Lesaka bajaba de la montaña a repartir regalos en víspera de Navidad, tal y como hacían otros personajes similares en Centroeuropa. 

El Olentzero y el franquismo

Varios exalumnos del Colegio Capuchinos de Pamplona rescataron esta tradición navarra en la capital navarra a mediados de los cincuenta del siglo pasado a pesar de las zancadillas del Régimen franquista, que prohibió la celebración en 1956. 

Sus promotores habían presentado una instancia en el Ayuntamiento de Pamplona en la que explicaban que el Olentzero "es una costumbre típica del País Vasco, que según la versión que nuestra asociación le dará, estará integrada de la siguiente manera: sobre un carro de bueyes está montado el Misterio de Belén, alrededor de esta carroza bailan dantzaris (los del Ayuntamiento) al son de txistus y acordeones". 

El desfile consistían en el paseo de "un muñeco grotesco llevado en hombros, rodeado por el coro de la asociación que canta villancicos en vasco" acompañado por una comitiva que "debe llevar indumentaria típica del país: blusa, pantalón basto, abarcas y boina negra".

El gobernador civil finalmente autorizó el evento en 1957, pero el muñeco no fue permitido hasta 1959. Posteriormente se volvería a popularizar en otras zonas de Navarra como Tudela, que recuperó la celebración popular a principios de los años setenta gracias a varios jóvenes de la Peña La Teba, o en el Valle del Baztán.

Posteriormente se prohibiría la representación en 1973 en todos los municipios de Euskadi y Navarra (tras el asesinato de Carrero Blanco el 20 de diciembre de aquel año) y en 1974 se recuperaría en localidades como Tudela, que el pasado año no lo recibió a causa de la situación sanitaria. 

Asociaciones tudelanas

La capital ribera mantuvo el exitoso desfile por las calles del Casco Antiguo gracias a colectivos como Erribera Taldea, el grupo de danzas Muskaria y Anaiak, antecesoras de Peña Beterri, Gaiteros de Tudela e Ikastola Argia (que desde hace décadas organizan el evento y soportan su coste económico con la ayuda del Ayuntamiento de Tudela). 

Antonio Arriazu; Francisco Miguel León Hernández, 'Patxico';  Mikel Ziordia; Lorea Jiménez; Miguel Ángel Gracia Eraso; Mikel Rodríguez Orrantia; o Unai Aranguren han sido algunos de los tudelanos que se han puesto en la piel de este personaje que sirve de inspiración al medio millar de escolares riberos que suelen participar en el concurso de dibujo infantil. 

La celebración del Olentzero se ha ido extendiendo a otros municipios riberos: Cascante se unió en 1990 y posteriormente lo hicieron Castejón, Ribaforada, Buñuel, Cintruénigo, Corella, Fustiñana, Cortes, Villafranca y Ablitas. 

Aniversario y premio

La Asociación de Amigos y Amigas del Olentzero de Tudela, presidida por Argiñe Korta y cuyo secretario es Jose Mari Blanzako, anunciará este jueves el ganador del Premio Olentzero, que el pasado año cayó en los 1.500 sanitarios que trabajan en la Ribera. 

La asociación también desvelará las líneas maestras de la fiesta de conmemoración por los 50 años de desfiles en Tudela que se celebrará el sábado 18 de diciembre en el Teatro Gaztambide a las 19.30 horas.