EEUU marca el camino: apoya suspender las patentes de las vacunas anti-COVID para alivio de los países de renta baja



 






Estados Unidos ha sorprendido al mundo al anunciar que apoya la suspensión temporal de la protección de la propiedad intelectual en las vacunas contra la COVID-19. El cambio de posición ha sido anunciado este miércoles Katherine Tai, representante de Comercio Exterior, que ha hecho público el respaldo de la administración Biden a la medida, defendida en la Organización Mundial del Comercio (OMC) por decenas de países, principalmente empobrecidos, que argumentan que puede ayudar a expandir el acceso a las vacunas, tal y como recoge eldiario.es.

"Estos tiempos y circunstancias extraordinarios exigen medidas extraordinarias. Estados Unidos apoya la exención de la protección de la propiedad intelectual en las vacunas contra la COVID-19 para ayudar a poner fin a la pandemia y participaremos activamente en las negociaciones en la OMC para que eso suceda. El Gobierno cree firmemente en las protecciones de la propiedad intelectual, pero en aras de poner fin a esta pandemia, apoya la exención de esas protecciones para las vacunas COVID-19", asegura Tai. 

Cabe recordar que hasta ahora, EEUU, como otros países ricos, entre ellos el bloque de la Unión Europea, Japón o Canadá, se habían opuesto sistemáticamente a la medida, propuesta el pasado octubre por India y Sudáfrica en la OMC, a favor de una exención temporal de derechos de propiedad intelectual, entre ellos las patentes, de vacunas y otros productos contra la COVID-19.

Sin embargo, la presión por parte organizaciones de la sociedad civil, expertos y líderes mundiales hacia los Gobiernos y las farmacéuticas ha sido cada vez mayor, a medida que el virus hace estragos en lugares como India y la escasez y la desigualdad en la distribución de las vacunas continúa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha venido abogando por la medida. 

Según sus datos, hasta ahora, se han administrado más de 1.100 millones de dosis en todo el mundo, pero más del 80% de ellas se han administrado en países de renta alta y media-alta, mientras que solo el 0,3% se ha administrado en países de renta baja.