Fustiñana ha sido noticia porque el Gobierno de Navarra, excluía del Plan de Infraestructuras Locales un proyecto valorado en más de 800000 €. Según los informes técnicos y jurídicos del Gobierno de Navarra, se versaba sobre la demora de un año en el comienzo de las obras y de “una serie de irregularidades en la documentación presentada por el Ayuntamiento de Fustiñana en relación con el expediente, la existencia de actas contradictorias y la vulneración de la ley foral de contratos públicos de Navarra”. Desde la alcaldía se consideraba que la decisión tenía un carácter “político” y suponía un agravio comparativo con otros pueblos acogidos al mismo plan. Qué decir tiene, que la vecindad de Fustiñana asistíamos atónitos al hecho que se producía.
En resumidas cuentas, al parecer, un error o una consecución de errores ha creado una situación “berlanguiana” con tintes dramáticos; una obra que se concebía para enero de 2019, que sería indirectamente utilizada como pre-campaña por Na+, se retrasa y no es lo malo que en mayo del pasado año Fustiñana no fuere a votar estrenando calles recién pavimentadas, sino que por la mala práxis de un alcalde con dedicación exclusiva, tal vez la torta nos cueste un pan. Porque además todo ésto llega en un momento lleno de incertidumbre, siendo urgente la solución.
Salir al paso tirando balones fuera como ha hecho nuestro alcalde Sergio Vitas, no es de recibo. Decir que Fustiñana queda fuera del PIL por ser un ayuntamiento de Na+, tras lo expuesto más arriba, es como cuando te castigaban en el instituto y en casa decías que era “porque te tenían manía”. Cuando llegue el momento, si toca, ¿se asumirán responsabilidades? Pero tras lo dicho... ¿decisión política? ¿Por qué dice ésto Sergio, nuestro alcalde? Tal vez por la costumbre a tomar decisiones políticas arbitrarias. Sino, ¿por qué se excluyó la pasada legislatura al Club de Karate Shurite del área de cultura y deporte de Fustiñana? Por ser una asociación con ánimo de lucro decía entonces como concejal de cultura. Siendo una asociación igual o similar al CD La Peña... ¿no pesaría en la decisión que su director fuera portavoz de un grupo de la oposición?
O el hecho de no invitar en toda la legislatura al denominado Gobierno del Cambio a las fiestas, o no dar soporte ni aparecer en calidad de gobierno municipal al segundo Encuentro de Paloteados en 2015, acto de la Federación de Danzas de Navarra, amenazando al grupo de danzas Barde-Ribera hablando de “...aumento de presión para eliminar cualquier tipo de ayuda o colaboración en actos institucionales”, “Si no se cambia la actitud, creo que tiene los días contados...”, por estar anunciado con un cartel bilingüe, como todos los demás encuentros... ¿no son acaso decisiones políticas?
Volviendo al tema, me intriga que se hable de “decisiones políticas” tan a la ligera por otra cuestión. Lo ocurrido es un desastre para una localidad como la nuestra. Ahora bien, ¿Quiere decir Sergio Vitas, que de haber habido un gobierno de su mismo color, hubieran hecho la vista gorda ante los errores? Porque sería un hecho censurable.
Buena era la UPN en Fustiñana para salir a los medios durante los años de gobierno de Juan Antonio Sola a dar ni una explicación. “Lo inteligente es no decir nada”, decía alguno de ellos. Fustiñana ha pasado del hermetismo de la era “juanantoniana” a tener un equipo de gobierno aficionado al “postureo” y al “autobombo” aunque igualmente opaco. ¿Qué ha pasado que ahora se ha ido a algunos medios a comentar su versión del hecho? ¿A qué se deben tantos nervios y tanta agresividad en las redes sociales?
Decía Martin Luther King aquello de que “necesitamos líderes (. . .) que no estén enamorados de la publicidad, sino de la humanidad”. Municipalizando el dicho, en Fustiñana necesitamos un equipo de gobierno que no esté enamorado de la (su) publicidad, sino de su vecindad.