Cerramos 2019 en e-Ribera.com, medio humilde que ha superado en este ejercicio la barrera de las 100.000 páginas vistas. Este periódico apuesta de forma inequívoca por unos valores progresistas y republicanos con los que defendemos la igualdad entre hombres y mujeres, la concienciación contra el cambio climático, la posibilidad de la existencia de un sistema económico que no implique la destrucción de los derechos humanos, el Estado del bienestar (con especial atención a Sanidad, Educación y Pensiones), y, sin ningún tipo de complejos, la cultura vasca frente a los supuestos navarristas que son meros títeres del Madrid monárquico, centralista y antidemocrático.
e-Ribera.com estrenará en 2020 nueva imagen, lanzará una nueva serie de entrevistas con algunas personalidades de nuestra comarca y seguirá creyendo en el periodismo de cercanía y en que la honestidad con ideología es mejor receta que la supuesta objetividad hipócrita de la que alardean algunos.
Una presidenta cirbonera
2019 nos trajo una presidenta cirbonera, María Chivite, elevada a los altares por el tsunami socialista estatal; el retorno del PSN a la senda de los pactos con las fuerzas del progreso; la dolorosa caída del Cambio, que pervive en el espíritu y al menos ve como se salvaguarda parte de su legado; y la recuperación vía municipal de UPN mediante pactos con fuerzas corruptas y antinavarristas, PP y Ciudadanos.
En la Ribera la coalición Navarra Suma arrolló en Tudela, ¡ay!; y logró mayorías en ayuntamientos donde existía una mayoría de centro-izquierda como Cascante o Cintruénigo. Eneko Larrarte se convirtió en nuevo director de Vivienda, y dejó formalmente IU; Gorka García y David Álvarez aguantaron como alcaldes del Cambio en Corella y Castejón; varias listas combativas se evaporaron (la autodisuelta CUP tudelana y algunas planchas en Fustiñana, Fitero, Castejón o Corella); Ángel Felipe Sáenz, de Progresistas de Valtierra, se convirtió en primer teniente de alcalde; y EH Bildu estrenó representación en la comarca (Cortes).
También se vieron cambios positivos como el triunfo regeneracionista de Maite Espinosa en Buñuel o el giro a la izquierda en Milagro. En las filas del PSN también hemos visto algunos cambios por jubilación, Tomás Aguado en Murchante, y la marcha a Pamplona de Jesús Mari Rodríguez (que dejó Ribaforada para dirigir Administración Local) o Fernando Mendoza (que cambia Arguedas por NILSA). El eterno Andrés Agorreta sigue en pie en Fontellas. Y también sigue en pie ARIZ.
Toquero, experto en padrones y otros asuntos
Casi 3.000 lecturas en menos de 24 horas tuvo la exclusiva de e-Ribera sobre los planes de Alejandro Toquero en Eder. Unos planes que precocinó en una comida celebrada a finales de septiembre en el Beethoven de Fontellas con 'El Aspirante' y un concejal. El alcalde de Tudela, que no hará casting para elegir a su nuevo jefe de Gabinete (60.000 euros anuales), ha aterrizado en el puesto dejando algunos síntomas preocupantes.
No deja mejores sensaciones el presidente de la Mancomunidad de Residuos de la Ribera, el concejal tudelano Fernando Ferrer (Navarra Suma). En este organismo hubo pacto de los herederos de UPN con los del PSN, que al menos tuvieron un comportamiento digno en Eder.
Los socialistas, eso sí, también vieron asombrados por la bronca de Ferrer contra "los medios de comunicación" (en realidad sus miradas y pensamientos iban dirigidos a Fermín Pérez-Nievas, que ha sufrido el lamentable cierre de la delegación ribera del Noticias).
No es el único numerito de UPN en la comarca: el alcalde de Fustiñana se niega a colocar un cartel contra la violencia de género; el de Fitero sigue sin condenar en público los ataques vandálicos en favor de Vox que sufrió una instalación municipal; y el que hasta hace unas semanas ejercía como líder de la oposición en Corella renunció al puesto tras varios plenos marcados por su tono bronco.
Los socialistas, por cierto, deberían ver asombrados también cómo ellos mismos son capaces de tener las tragaderas de aceptar que un Parque Natural y Reserva de la Biosfera como Bardenas siga siendo utilizado de forma vergonzosa por el Ejército español.