Toquero y hundido: el delegado del Gobierno cuenta la verdad sobre los empadronamientos







Alejandro Toquero no solo no lideró la investigación sobre los empadronamientos fraudulentos, sino que ni siquiera la inició. Además se ha sabido que el alcalde de Tudela, por querer colocarse una medalla, ha puesto en riesgo una operación policial:

Por Noticias de Navarra:

La operación policial puesta en marcha a principio de año en relación con los empadronamientos ilícitos en varias localidades navarras continúa abierta, ha afirmado el delegado del Gobierno, José Luis Arasti, que ha acusado al Ayuntamiento de Tudela de ponerla en riesgo al informar al respecto.

"Es del todo irresponsable alertar de unas investigaciones que están todavía sin concluir y que pueden poner en preaviso a otras personas que estén actuando de modo ilícito", ha sostenido Arasti en rueda de prensa en relación con la información facilitada por el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, el 19 de noviembre.

Toquero comunicó que habían descubierto una trama delictiva que ofrecía, previo pago de entre 150 y 250 euros, certificados de empadronamientos falsos y señaló que se había procedido a "desempadronar" a 335 personas con certificados de empadronamiento falsos.

Arasti ha reconocido que se han visto sorprendidos por esas informaciones porque se trata de una operación, iniciada por la Policía Nacional, que sigue abierta, y nadie les había trasladado que se iban a dar a conocer.

A eso ha añadido la "falta de rigor en los datos expuestos", con cifras que pueden variar y afirmaciones sobre lo hechos que aún no han sido constatadas, y el hecho de haber puesto en "riesgo el resultado de una operación policial y el trabajo de muchos meses".

Esto le ha llevado a opinar que se trata de "un caso evidente de oportunismo político con el único fin de sacar rédito a una cuestión que debería estar fuera de todo debate político, en la que debería primar el trabajo policial y la coordinación entre los cuerpos".

"La lealtad institucional debe estar por encima de cualquier interés partidista o particular", ha aseverado.

En cuanto a la operación, ha relatado que comenzó en enero al recibirse en la Jefatura Superior de Policía un aviso de posibles empadronamientos masivos en domicilios, en los que podría llegar a haber hasta veinte personas extranjeras.

Con la información solicitada al Padrón del Ayuntamiento de Tudela se detectó que una persona había empadronado en su domicilio a 162 personas de varias nacionalidades, la mayoría del norte de África, desde julio de 2017, de las que 58 seguían empadronadas en ese momento, aunque la mayoría no fueron localizadas.

Los agentes tomaron declaración a varias que confirmaron que habían pagado entre 150 y 300 euros a un sujeto que les acompañaba a las oficinas municipales, aportaba la documentación y realizaba las gestiones para hacer efectivos el empadronamiento, ha indicado.

Eso llevó a la detención de esa persona en septiembre acusada de favorecer la inmigración ilegal al permitir la regularización de, al menos, dos personas que estaban en situación irregular y que mediante un certificado obtenido a través de un pago había accedido a un permiso legal de residencia.

Esa persona fue puesta a disposición judicial pero, ha explicado, la vía penal se ha sobreseído y ahora se abrirá la administrativa.

En la actualidad hay 29 expedientes más abiertos a personas empadronadas de manera irregular, según Arasti, quien ha apuntado que la investigación se extiende a unas cinco o seis localidades, casi todas de la Ribera, si bien no se descarta que puede haber situaciones similares en otras zonas.

Se ha constatado que la mayoría de esas personas no residían en esas viviendas y que en algunos casos ni siquiera en España, según los investigadores que mantiene diferentes teorías.

En unos casos esos empadronamientos podrían servir para solicitar ayudas, si bien hasta el momento no se ha podido demostrar que se hayan llegado a cobrar prestaciones sociales.

En otros son extranjeros que llegan a España con visado de turistas y aprovechan la estancia para empadronarse y además hay personas que después de una estancia se van pero sin darse de baja, por lo que se les considera residentes a todos los efectos.