Felipe VI, la democracia y Cuba




Felipe VI no ha tenido mejor ocurrencia que dar lecciones de democracia en Cuba. El monarca español, legitimador de los presos políticos españoles, olvida el embargo que asfixia al país caribeño, parece no recordar sus silencios sobre derechos humanos cuando recibe a los sanguinarios mandatarios de Arabia Saudí y parece olvidar que el régimen anacrónico cubano está motivado por el infame colonialismo de los Estados Unidos.

El país de Trump interfiere en las políticas de toda Sudamérica (véase Venezuela o Bolivia) e impide la consolidación de una democracia burguesa que no deja de ser la dictadura del capital o la dictadura de los Estados Unidos, policía mundial voraz que condena a la miseria al pueblo cubano ante el silencio de sujetos como el monarca español.

Los yankees, que quieren convertir a Cuba en un modelo de los horrores comunista por el ejemplo desagradable que proyecta el marxismo castrista al resto del mundo, comercian sin reparo con otros regímenes escasamente democráticos como China, pero la coherencia de Estados Unidos y Felipe VI está a la altura del betún.