Vergüenza





Por Jorge Nagore en el Noticias de Navarra:

Hace unos días se absolvió a un conductor por haber usado la tarjeta de minusválida de su suegra para aparcar en las plazas reservadas a minusválidos que hay en el Complejo Hospitalario. Lo hizo una jueza y la Audiencia Provincial de Navarra. La suegra del conductor había fallecido hacía un par de meses y en su declaración el conductor alegó que había estado de vacaciones y que no le había dado tiempo a devolver la tarjeta. Los cojones no le caben por la puerta de Brandenburgo a este señor. Eso sí, la multa que los municipales le pusieron al ver el coche no se la levantan. Vaya miseria de consuelo.

Dijo la sentencia que había varias plazas más de minusválidos libres y que la acción no se hizo con la intención de dañar a un tercero. Lógicamente, tiene que aparecer un escuadrón de colegas minusválidos buscando plaza sin lograrlo para que la acción sea delito, se supone, como si una acción en sí misma es dañina solo según sea la acción posterior de terceros. Es vergonzoso que ya sea la ley o la interpretación de una jueza permita que asuntos así queden en una simple multilla. Las plazas están ahí para algo y ese algo es para minusválidos o quienes les llevan, son un compromiso de los que tenemos más suerte con la salud con quienes no han tenido tanta, son solidaridad y civismo en estado puro, usarlas aunque sea 15 segundos es de ratas.

Son plazas que no existen para los demás, punto, cambien las leyes, dejen de insultar a todo un colectivo enorme con sentencias así: 50.000 euros de multa o cinco años sin carnet y que elija el infractor. Ya verán cómo consiguen aparcar. Que cojan un taxi si van apretados de tiempo. O un bus. O que les lleven. ¿Qué coño es eso de que “no había plazas libres en las zonas de aparcamiento general”? ¿Y qué importa? Patético mensaje lanzado por toda una institución pública que debería impartir enseñanzas y no ponerse del lado de los jetas.