Primera premisa: ¿Qué son las finanzas?
Son una rama de la economía que estudia el intercambio de capital entre individuos, empresas y Estados con especial dedicación a la obtención de beneficios mediante la decisiones de inversión de los ahorradores. Está relacionado con el mercado financiero, que es un entramado de bancos, créditos, hipotecas, pagarés, bolsa, acciones, dinero, intereses o títulos de valor que ofrece la posibilidad con riesgo de obtener unos enriquecimientos desproporcionados.
La globalización económica ha multiplicado la posibilidad de captar los ahorros para inversión. Las finanzas son advertidas por algunos economistas como poco éticos por algunos ejemplos: el Banco Santander pagó a dos directivos 150 millones de euros en concepto de jubilación, dinero con el que se podría pagar a 10.000 trabajadores durante un año.
Las finanzas contra el crecimiento
En 2015 la OCDE señaló en un informe que el crecimiento del sector financiero es positivo para los países poco desarrollados, basándose en la información de los últimos cincuenta años. La revista Alternativas Económicas señalaba en su número 29 "para los demás países, la expansión tiene efectos negativos sobre el crecimiento. Desgraciadamente, los expertos de la OCDE no han querido comprometerse más. Avanzan que es imposible definir en cada país el límite que no se debe superar... Pero precisan que su resultado está confirmado, incluso si se hace abstracción de los períodos de crisis financieras".
Y añaden: "Una expansión demasiado marcada de los bancos y los mercados financieros también va unida a un aumento de las desigualdades. Para los expertos de la OCDE, su causa es clara: más crédito provoca más desigualdades y no a la inversa".
La citada revista elaboró este gráfico:
Yann Moulier Boutang, en la revista Multitudes, pone el foco sobre uno de los principales problemas de las finanzas: "Las agencias de calificación cristalizan la exasperación general en las finanzas. Desde los economistas aterrados hasta los indignados españoles, a quienes arman las políticas de austeridad, y sin olvidar a los gobiernos y los bancos centrales, que vigilan las reacciones de la bolsa. Se mide cuán lejos de ser puestas en vereda están las finanzas".
El peso de este mundo influyente puede ser perjudicial: "Las agencias de calificación forman la opinión de los inversores tanto como son ellas formadas por éstos. Las agencias de calificación representan la opinión del rentista colectivo del momento. Un curioso personaje que incluye estados (China, Japón, Reino Unido), fondos de pensiones, en definitiva el sistema global de finanzas. No es que hayan fracasado en su papel poniendo sobre la mesa un problema cada vez más agudo, el problema es que las políticas hayan decidido desde hace treinta años gestionar los Estados, los presupuestos, la moneda, de acuerdo con los criterios de rendimiento de los activos financieros".