Del Burgo y Esparza tiran de freno de mano








José Javier Esparza rebajó ayer el vocerío de UPN sobre el triple crimen de Cáseda. Recuerden que personalidades cercanas al partido regionalista insinuaron que el 112 no avisó a la Guardia Civil por motivos ideológicos, pero el cuerpo fue informado del suceso un minuto después de producirse, tal y como explicará María José Beaumont al Parlamento por petición propia.

También tocó rectificación para Jaime Ignacio del Burgo, que el domingo denunció la conexión entre ETA y la financiación del PNV. El experto propuesto por el PP para el diseño del nuevo estatus vasco emitió una nota de rectificación: "En las declaraciones publicadas en el día de ayer, 23 de septiembre, en Diario de Navarra, manifesté que “todas las grandes empresas del País Vasco financiaban a la Fundación Sabino Arana del Partido Nacionalista Vasco. Debo rectificar dicha afirmación que estaba basada en fuentes erróneas. Lamento, por tanto, haber incurrido en dicho error –que no afecta a mis reflexiones políticas– y pido públicas disculpas a dicha Fundación", explica.

No corren buenos tiempos para el centro-derecha, cada vez más consciente de su imposibilidad de recuperar el poderío perdido. El ejemplo más evidente son las sucesivas renuncias de parlamentarios de UPN, grupo del que acaba de salir por motivos laborales Cristina Altuna. El partido no acaba de encontrar su discurso y una muestra palpable son las palabras de Esparza.

El líder regionalista exige la derogación de la Transitoria cuarta solo porque el nacionalismo vasco pretende mantenerla. Es decir, que UPN quiere que Navarra pierda cuotas de autogobierno simplemente por las pretensiones de sus adversarios políticos. En definitiva, Esparza cree que que rascará votos robándoselos a VOX, al PP y a Ciudadanos, cuyas expectativas conjuntas rondan los tres diputados. Recuerden que la jugada le salió en 2015 porque derribó mediáticamente a los naranjas, a los que les faltaron 150 votos para anular el cambio, y ahora repite error para tranquilidad de los partidos del cambio.