Valoración de los grupos sociales sobre las últimas sentencias que anulan las Centrales Térmicas de Castejón











En noviembre de 2005, la Dirección General de Política Energética y Minas del Gobierno de España autorizaba a la empresa Eléctrica de la Ribera del Ebro, S.A, (ELEREBRO), la instalación de un segundo grupo de la central térmica de ciclo combinado de Castejón. Empezaba de esta manera un sinfín de batallas legales por parte de un grupo de vecinos y vecinas de la Ribera contra uno de los mayores despropósitos ambientales que se ha cometido en la Comunidad Foral de Navarra.



Aquella era la tercera central (2 grupos de Elerebro y 1 de Iberdrola) que se instalaba en Castejón y la paciencia de la ciudadanía de la Ribera llego a su fin. Castejón es uno de los mejores ejemplos para entender la “planificada desordenación” existente en el sistema eléctrico español. Un sistema con cerca de 110.000 MW de potencia eléctrica instalados y que en la hora punta del día más frío de este invierno no supera los 36.000 MW de demanda. Un sistema donde ha primado y sigue primando, el interés económico privado por encima del interés general, donde la salud de las personas y el medioambiente ceden una vez más ante las cuentas de dividendos de algunas empresas privadas.



Aquella central, al igual que el resto de las construidas en Castejón se autorizó sin cumplir con la normativa ambiental que estaba en vigor. No solo en relación a las distancias, el proyecto de construcción de la central además de proponer un emplazamiento inadecuado, que estaba a una distancia menor de 2000 metros al núcleo urbano de Castejón, también contenía un estudio de impacto ambiental defectuoso. Ello porque carecía de las preceptivas alternativas, dado que no realizaba una concreta valoración del Impacto sobre Lugares de Interés Comunitario en base a los establecidos en la Directiva Hábitat. También contenía una incorrecta valoración del Impacto Ambiental de los niveles de inmisión del ozonoprovocado por las emisiones de contaminantes de la central, y por ultimo valoraba incorrectamente las repercusiones socio-económicas de la construcción de las centrales.



De esta manera, se inició un viacrucis ante la justicia que ha desembocado en una sentencia del Tribunal Supremo de octubre de 2016, ante la que no cabe recurso alguno y que declara ilegal la construcción de la mencionada central y arrastra en la nulidad a la Declaración de Impacto Ambiental. A esta sentencia hay que sumar otra también del Tribunal Supremo del año 2011 que declaraba ilegal el PSIS del mismo grupo de la central. Aunque en este caso, el gobierno de Navarra concedió un nuevo PSIS para burlar los efectos de aquella sentencia.



Por lo tanto, nos encontramos que a día de hoy existe una central de ciclo combinado ilegal en Castejón, que no cuenta con la preceptiva autorización para la producción de energía eléctrica, ni la preceptiva Declaración de Impacto Ambiental. Ahora bien, a esta situación se ha llegado por el empeño de un grupo de ciudadanos y ciudadanas de la Ribera, que han dedicado gran parte de su tiempo y dinero a proteger el medioambiente, la salud de los habitantes de la Ribera y por reivindicar un modelo energético descentralizado, renovable y que no esté al albur de los intereses económicos de unas empresas. Pero antes y ahora, la colaboración que esa ciudadanía ha encontrado en las instituciones públicas, ha sido nula. Los ejecutivos forales y locales fueron los impulsores de esa central ilegal y ahora son cómplices de la ilegalidad con su silencio.



Existe una sentencia que es definitiva, se ha pasado el plazo para que se ejecute voluntariamente y desde las instituciones públicas nadie hace nada. Tendrían el amparo de una sentencia firme para proceder a la clausura de la central, pero prefieren mirar para otro lado. Prefieren que se siga vulnerando la ley, que molestar al lobby empresarial energético.



Por todo ello, la Fundación Sustrai Erakuntza realiza las siguientes peticiones:


Al Gobierno de Navarra y al del Estado español, el cierre inmediato del segundo grupo de la central de Elerebro en Castejón.


La revisión de oficio por parte del Gobierno de Navarra y el Gobierno del Estado español de las autorizaciones concedidas en sus ámbitos correspondientes a todas las centrales activas de Castejón.


Valoramos y expresamos nuestro reconocimiento a las personas y organizaciones sociales que llevan más de 15 años trabajando en defensa del medio ambiente y la salud de las personas en su lucha contra las Centrales Térmicas en Castejón, en especial a los miembros de la Plataforma de La Ribera + Centrales No y la Asociación de Vecinas y Vecinos Valentín Plaza de Castejón.

En Navarra, a 10 de febrero de 2017.



Fundación Sustrai Erakuntza