La historia se repite: Fitero y Cintruénigo se llevan el golpe definitivo







Hace unos días, el 1 de diciembre, se cumplieron veinte años del paso del último tren que circuló por la vía Castejón-Soria, proyecto que conectó a algunas localidades como Cintruénigo o Fitero con el mundo durante cincuenta y cinco años. Es cierto que esta línea nació tras el descarte del proyecto Castejón-Fitero, que obtuvo luz verde desde Madrid en 1886 y no llegaría a ver la luz, sumido por un nuevo trazado que conectaría Castejón con las ricas faldas mineras del Moncayo y que utilizaría a los cirboneros y fiteranos como meras estaciones de paso. La línea Castejón-Ólvega no sería inaugurada por Franco hasta 1940, quedando huérfanas sus vías en 1996.

Este dramático proyecto afectó negativamente a Fitero desde los compases finales del siglo XIX y hasta finales del siglo XX. ¿Y en el XXI? Otra desilusión se atisba desde Cintruénigo y Fitero, que esperaban con ansiedad un balón de oxígeno a sus deprimidos números económicos (tsunami poblacional que arrancó en los cincuenta del pasado siglo en la Alcarama soriana y desde los ochenta está zambullendo a Cervera y el valle del Alhama-Linares, afectados por la falta de unas vías de comunicación de primer nivel).

La historia se repite

En 1989 el Ministro de Fomento socialista se presentó en Soria con un estudio informativo bajo el brazo para prometer que la ciudad se iba a conectar por la autopista Medinaceli con Navarra por ser el trayecto más utilizado por los conductores de Euskadi y Navarra para viajar a Madrid.

Nueve años después, tras cambio de Gobierno, Miguel Sanz acude a Fitero con los presidentes de La Rioja y Castilla y León y firman un acuerdo con el Gobierno Aznar para que el corredor cristalizase para 2005 conectando la AP-15 por un tramo cercano a Cintruénigo y Fitero.

Como vemos, Gobiernos de todos los colores incumplieron plazos y hace unos días Fitero y Cintruénigo se llevaron un duro varapalo por parte del Ministro Íñigo Fernández de Vigo, que señaló que la conexión de la AP-15 con Ágreda se hará por Tarazona y no por el tramo proyectado cerca de Fitero y Cintruénigo, hecho que aleja del mapa industrial, económico y turístico a ambas localidades, que se quedan sin la repercusión del tráfico procedentes del sur de Francia y del norte de España.

En la sala de prensa del Ministerio de Fomento podemos ver que este proyecto se llevará a cabo tras modificaciones y caducidades que superan los veinticinco años y que se somete a información pública a efectos de evaluación ambiental el tramo Ágreda-Tudela de la autovía A-15 de Navarra, con una longitud de 35 kilómetros y un presupuesto aproximado de 150 millones de euros.

No es de extrañar una falta de sensibilidad que aumentará el desequilibrio territorial que repercutirá irremediablemente en el plano negativo a Fitero y Cintruénigo (también para Valverde y sus vecinos riojanos). Pero sí que son llamativas las alegrías de su ex alcalde y alcaldesa, Pachi Yanguas (UPN) y Raquel Garbayo (UPN), que hace unos días se congraciaban en las redes sociales por el proyecto. Ellos sabrán por qué celebran una situación que es una mala noticia para sus respectivas localidades, por mucho que se hablen de ridículos enlaces. Ya que pensando de forma egoísta para Fitero y Cintruénigo, es mejor que no se haga la obra a que se haga de esta forma. Así de claro...

Agrupación Fiterana Independiente