Editorial: Sobre la decadencia de UPN






Unión del Pueblo Navarro, muchas boinas para tan pocas cabezas, sigue sin superar el trauma de su debacle electoral de mayo del año pasado. En aquellos comicios la formación regionalista fue desalojada del poder a nivel autonómico tras quedarse sin sus dos supuestas principales bazas electorales: la honradez y la gestión. También, a nivel municipal, UPN perdió el poder de la mayoría de los principales ayuntamientos navarros, por lo cual abocó su suerte y futuro a ejercer de oposición de un Gobierno del cambio con el cual ya no le valían sus eternas presiones a Ferraz. Aquellas que le permitieron mantenerse  en el poder en hasta cuatro legislaturas con mayorías progresistas en el Parlamento Navarro (años 91, 95, 2007 y 2011).

Y el plan era aparentemente sencillo: oposición de desgaste a un Gobierno que preveían radical con Diario de Navarra como principal fuerza de choque. Pero no esperaban la falta de escándalos en el ejecutivo liderado por Uxue Barkos durante este primer año y medio de legislatura, situación que ha evidenciado la falta de carisma y liderazgo de un político, Esparza, que simplemente llegó al cargo como tregua subterránea entre las dos siniestras facciones lideradas por Barcina y Sanz.

Pero si no hay escándalos ni ikurriñas que tirar a la cara, UPN tenía que fabricar líos varios y para ello ha perdido su pretendida centralidad para tirarse al monte y mimar a la extrema derecha españolista (negándose a exhumar a Mola y Sanjurjo), lamer al sector vascofóbico de su partido (zancadilleando la captación de ETB en Navarra) y contravenir sus principios para abrazar al antifuerista Ciudadanos, al que pidieron, tal y como ha admitido Esparza, no presentarse en Navarra. Dios sabe a cambio de qué.

Por eso no se sonrojan cuando utilizan como munición política recortes propios del pasado como el TAV, la segunda fase del Canal de Navarra o el Hospital Reina Sofía de Tudela, ese que ellos mismos desmantelaron. Y por eso seguirán ejerciendo de monaguillos del PP madrileño mientras intentan vender la mercancía que dice que sus decisiones se toman aquí, cuando solo han cortado ese cordón umbilical durante un lustro y porque Sanz quiso jubilarse siendo presidente. Y así les va...

e-Ribera