UPN toca fondo en Fitero: el mensaje y el mensajero





Los regímenes políticos, cuando se eternizan en exceso, dan cada cierto tiempo síntomas de agotamiento. Es el caso de UPN en Fitero, que debió hace demasiado tiempo regenerarse, hecho imprescindible y saludable para una villa que lleva en sus manos mucho tiempo. 

Pero como decimos el síntoma de agotamiento definitivo para UPN se dio el pasado martes en el pleno ordinario. Ahí fue cuando nuestro alcalde, Raimundo Aguirre, certificó, sin ser capaz siquiera poner sobre el tapete un argumento sólido, que a partir de ahora en Fitero solo habrá cuatro plenos ordinarios al año, cuando en los últimos cuarenta años de democracia el pleno había sido al menos mensual. 

Este movimiento inaudito encierra principalmente tres razones: creemos que el alcalde está superado por los acontecimientos. Creemos que le ha venido grande, con perdón por la pedantería, la oposición. Y creemos que no ha aprendido que en las instituciones donde los dos partidos políticos fiteranos cooperan en armonía, Residencia de Ancianos y Mancomunidad de Aguas, los síntomas de mejora no dejan de producirse. 

Porque la realidad es tozuda: tras un año de legislatura, UPN ha dado en el pleno demasiadas muestras de desconocer las leyes que imperan en las instituciones locales por simple desidia, no han sabido desembarazarse de la complicada herencia del pasado y ni siquiera saben como afrontar los problemas judiciales del consistorio. En definitiva, UPN hace malabares para sacar adelante el rutinario día a día (entre firmas de autorización de obras y la organización de actos populares) al carecer de un piloto intelectual que les articule un plan que piense en el horizonte, esperemos que no ocaso, de Fitero. 

Porque UPN sabe que incumplirá de nuevo la mayoría de su programa electoral y que no sufrirá peaje en las urnas, ya que un plan alternativo de rescate municipal implicaría caras larga de parte del vecindario por algunas decisiones impopulares. Y la gente, por norma general, busca el aplauso: el ser humano es así de simple. Porque coger al toro por los cuernos implicaría una disminución de los aplausos frívolos entre actos tan importantes para algunos como prescindibles desde el sentido común. Es cierto que en este caso tendrán más fácil movilizar a su electorado porque se aprenderán un discurso tan efectivo como cínico: Fitero sufre porque el "Gobierno del Kambio" nos margina económicamente mientras se gasta el dinero en euskera e ikurriñas. Ya avisamos: este discurso les valdrá. 

Es cierto que Aguirre pidió en su investidura el trabajo de once concejales, recadito a AFI que tal y como vimos el mes pasado en el artículo de los cincuenta puntos ni siquiera sigue vivo como discurso. Ya parece que no se nos exige trabajo, sino tiempo. El tiempo que pide un boxeador en la lona. Es cierto que UPN no incumple la Ley al convocar plenos ordinarios cada tres meses, tal y como ocurre en algunos pueblos de las Bardenas, ejemplo que ha sido utilizado por UPN en Fitero a la hora de barnizarse como ejemplar cuando AFI sugería mayores competencias tras haber alcanzando el 43% del voto local. 

Es cierto que nuestro alcalde también tiene el derecho, tal y como ocurrió el martes pasado, de expulsar a una concejal del pleno, motivo que fue percibido como excesivo por parte de AFI, que se levantó inmediatamente del mismo y se largó. Y seguramente se podrán aferrar, lo dirá la ley, a la letra pequeña a la hora de retener información de entradas y salidas (no podrá aferrarse Aguirre a la Ley a la hora de entregarnos tarde la información ante el consistorio que exige AFI, que lo va a llevar ante el TAN por esta estrategia tan opaca). Pero todos estos movimientos hacen evidenciar que UPN, partido que cuenta en Fitero con una mayoría electoral tan evidente como menguante, ha agotado su tiempo. Porque UPN carece de proyecto. Esto no es un dardo con tintes políticos. Es la constatación de unos hechos que no le convienen a Fitero. Seguimos creyendo en el mensaje de Aguirre cuando exigía once concejales. Pero hemos dejado de creer en el mensajero...

Grupo Municipal AFI