La Ribera acoge al 60% de cigüeñas de Navarra gracias a los numerosos nidos de Castejón, Corella o Buñuel
Gurelur ha censado 981 parejas de cigüeña blanca, dentro del control anual de la situación poblacional reproductora de esta emblemática especie, iniciada en el año 1994. Con respecto al año 2021, se han controlado 38 parejas más.
En los últimos años la población de cigüeña blanca en Navarra mantiene una población estable, que ronda las 950 parejas reproductoras. El aumento de 38 parejas nidificantes, con respecto año pasado, puede deberse en parte a la utilización de métodos de conteo modernos, imprescindibles en zonas de sotos intransitables.
Cada año aumenta el número de cigüeñas que utilizan los árboles de los sotos para ubicar sus nidos. En la presente temporada de cría han sido de 589, el 60 % de la población. La nidificación en estos enclaves naturales les está sirviendo para evitar la destrucción sus nidos, tal como se está haciendo con los nidos ubicados en los núcleos urbanos, que muchos de ellos son destruidos por las molestias que algunos nidos causan.
Lodosa con 103 nidos es la localidad navarra más cigüeñera, seguida de Castejón con 80 parejas, de Corella con 73, Buñuel con 61, Tudela con 51, Funes con 49 y Cintruénigo con 42. Estas siete localidades soportan la mitad de la población reproductora. El 67% de las parejas navarras ya utilizan los enclaves naturales (riscos y árboles) para ubicar sus nidos. La mayor concentración de nidos en un solo edificio se encuentra en el viejo edificio de la azucarera de Cortes con 43 nidos y en una bodega de Castejón, donde nidifican 29 parejas, provenientes en su mayoría de la gran colonia de esta especie existente en la cercana población de Alfaro.
En enclaves naturales destacan las orillas del Ebro en Lodosa con 102 nidos, la colonia existente en los Sotos de Gil y Ramal Hondo en Funes que tiene 48 parejas, y los sotos del Alhama en Corella con 34.
La Ribera, en cabeza
Tudela sigue siendo la merindad con mayor número de parejas, ya que cuenta con 588 parejas, lo que supone el 60 % de la población navarra. La merindad de Estella acoge a 204 parejas, que supone el 21%. Le sigue la merindad de Olite con 171 parejas (20%), la merindad de Sangüesa con 11 (1%) y en último lugar se encuentra la merindad de Pamplona con 7 parejas.
La consolidada tendencia de las cigüeñas a ubicar cada vez más nidos en enclaves naturales, está evitando parte de los problemas que originan en algunos edificios los nidos de las cigüeñas. La realización de estos censos nos permite conocer la evolución de esta especie en nuestra Comunidad y nos aporta los conocimientos necesarios para trabajar en la correcta gestión de las cigüeñas y sus nidos.
Los técnicos de Gurelur, encargados del censo anual de las cigüeñas reproductoras en nuestra Comunidad, están detectando como en sus zonas de nidificación no se observan apenas ejemplares subadultos, que son los que tienen reemplazar a los ejemplares adultos que van muriendo, principalmente por choques y electrocución en los tendidos eléctricos, que abundan las zonas cigüeñeras de Navarra, zona centro y sur.
El escaso crecimiento de la población reproductora en Navarra se debe a la muerte en tendidos eléctricos y aerogeneradores, a la destrucción de los nidos ubicados en construcciones humanas y a la escasez de alimento en los campos.