La suspensión de militancia de dos años y medio en UPN a Sergio Sayas y Carlos García Adanero va a intentar ser utilizada por ambos para victimizarse pese a haber engañado a su partido a la hora de convalidar la reforma laboral.
Ambos políticos, que veían agotada su carrera y ahora se van a convertir en tránsfugas al retener su acta de diputados, van a intentar utilizar las simpatías que reciben de la extrema derecha mediática para lanzar un nuevo sujeto navarro conservador que presumiblemente será una nueva escisión de UPN, 27 años después del nacimiento del extinto CDN.
Sayas, que está auspiciando las bajas de militantes en UPN, ha asegurado en la SER que "ha quedado en evidencia que Esparza no quiere tener un partido político, quiere tener un club de fans. Un sitio donde no se pueda discutir y simplemente la gente aplauda a lo que él hace y decide. Es solo ‘yo, mi, me, conmigo’ y por tanto no sé si merece la pena pelear por quedarse".
Sobre la escisión, el de Buñuel asegura que "no se descarta ni tampoco está sobre la mesa en este momento". Pero lo cierto es que, la riada de bajas en UPN de muchos de los partidarios que le apoyaron en las primarias que perdió, hace barruntar el nacimiento de un nuevo partido.
Javier Esparza, por su parte, ha asegurado en Onda Cero que "ni Sayas ni Adanero pueden hablar en nombre de UPN. Tenemos a Alberto Catalán en el Senado y va a ser nuestra voz en Madrid".