La dura resaca del Ebro deja sin luz a buena parte de Buñuel



 


La bajada del caudal del Ebro no ha conllevado la desaparición de los problemas derivados por la crecida del río. El Gobierno de Navarra y los ayuntamientos llamaron ayer a la ciudadanía a comportarse de manera responsable y evitar comportamientos imprudentes que pudieran derivar en situaciones de riesgo, por ejemplo dirigiéndose a zonas agrícolas inundadas, porque esas personas pueden llegar a requerir la intervención de equipos de rescate y salvamento.

El agua empantanada va a prolongar el corte del tráfico en Castejón de la carretera N-113 (pk. 75), así como de los accesos a Ribaforada, Fustiñana y Cabanillas. Se puede llegar a estas dos últimas localidades a través del camino que las conecta con Tudela a través de Bardenas, peligroso por no estar asfaltado y con tramos embarrados sobre todo de noche o, como ocurría ayer, con una densa niebla, por lo que se recomienda precaución a los conductores que lo utilicen. Los problemas en las carreteras y el transporte también impidieron ayer la asistencia a clase de numerosos alumnos del CIP-ETI de Tudela. 

También sufrió problemas ayer Buñuel, donde han sido desalojadas medio centenar de casas y ayer muchas más de varios barrios se quedaron sin luz a partir de las 15.00 horas. El Ayuntamiento de la localidad ribera informó que el transformador de la Avenida Aragón que está soterrado, se encontraba "completamente anegado de agua". 

Los técnicos a última hora de la tarde de ayer estaban intentando achicarla, "pero sigue subiendo su nivel" explicaban desde el consistorio. El teniente de alcalde Israel Jacoste aseguró en Antena 3 que el caudal del Ebro desbordó todas las previsiones tras haber superado los 8 metros de altura. 

Esta riada ha anegado alrededor de 15.000 hectáreas de cultivo en Navarra, dos tercios de ellas en la Ribera. 

Mejora la situación en Tudela

Desde primeras horas de ayer el Ayuntamiento de Tudela reabrió al tráfico tanto el paseo de Pamplona como el puente sobre el río Ebro, que a las 8 horas presentaba un caudal de 2.322 metros cúbicos por segundo (m3/s). 

Tal y como se vaticinaba, el descenso está siendo lento porque en las primeras 18 horas transcurridas desde que se midió el pico máximo (14.10 horas) la reducción del caudal fue de 387 m3/s. La crecida del Ebro en Tudela a consecuencia del temporal asociado a la borrasca Barra es superior a la de los años 2015 (2.582 m3/s y 5,85 metros) y 2018, cuando se midieron valores algo inferiores.