ELA sigue ejerciendo de faro económico para la desnortada izquierda transformadora de Euskadi y Navarra, que ha abrazado al alimón las recetas socioliberales en materia económica. El sindicato explica que el proyecto de Presupuestos presentado por el Gobierno de Navarra (PSN, Geroa Bai y Podemos) "mantiene la política de austeridad sin responder a las necesidades sociales, algo incomprensible cuando las reglas fiscales para 2022 siguen suspendidas para toda la Unión Europea (Navarra pactó con el Estado un tasa de déficit del 0,9% para 2022)".
"Son unos presupuestos elaborados sin participación social, y limitados por la deuda, el peaje en la sombra (ambos factores se llevan el 12% del total) y la recepción de unos fondos europeos condicionados a que en el Estado se lleven a cabo la reforma laboral y el recorte de las pensiones. En este escenario, la negativa a realizar una reforma fiscal para que las rentas altas y las empresas aporten más va a acabar suponiendo la aplicación de nuevos recortes sociales", explican.
ELA recuerda que el acuerdo entre el Ejecutivo y Euskal Herria Bildu "no modifica la orientación antisocial de la propuesta, puesto que únicamente se condiciona el 0,25% del presupuesto (13,4 millones), a cambio de asumir la totalidad del mismo" y denuncia que los presupuestos van a servir para financiar con fondos públicos a UGT, CCOO y CEN, algo que no sucedía desde que los tiempos de Miguel Sanz y Yolanda Barcina.
Las claves del KO
ELA ha elaborado un documento de 16 páginas sobre el proyecto de presupuesto navarro para 2022 del que extraen 7 claves:
1. Un presupuesto condicionado por la política de austeridad, la deuda y los fondos europeos. Al encorsetamiento de la política de austeridad (al que el Gobierno de Navarra se acoge incluso cuando las reglas fiscales están suspendidas por la Unión Europea) hay que añadir que el pago de la deuda pública y los peajes en la sombra han aumentado 200 millones el último año. Por otro lado, los fondos europeos solo se pueden destinar a determinados proyectos y están condicionados a recortes sociales.
2. Renunciar a una reforma fiscal traerá recortes. El Gobierno de Navarra repite una y otra vez que no subirá la carga impositiva a unas empresas que gozan de la menor presión fiscal del Impuesto sobre Sociedades de todo el Estado. El presupuesto se cuadra gracias al déficit, es decir, aumentando la deuda. Si este aumento de la deuda pública no se acompaña 13 Valoración del acuerdo entre el Gobierno de Navarra y EH Bildu en relación al Presupuesto de Navarra de 2022 de una reforma fiscal que aumente la recaudación, la haga más progresiva y sobre todo se haga aumentando la presión fiscal a las empresas y a las rentas empresariales y del capital, volverán los recortes.
3. El acuerdo con EH Bildu no modifica la orientación antisocial de la propuesta del Gobierno. Es necesaria una izquierda institucional que ejerza de oposición, y sea aliada para aquellas fuerzas sindicales y sociales que defendemos la transformación radical de las políticas presupuestarias y fiscales. El papel de la izquierda no puede limitarse a maquillar unos presupuestos antisociales, porque los presupuestos no pasan a ser buenos en función de quién los firma, sino en función de su contenido.
4. Unos presupuestos para financiar a UGT, CCOO y CEN. Estos presupuestos suponen la vuelta a las prácticas de los Gobiernos de Sanz y Barcina financiando a estas tres organizaciones a cambio de paz social y acompañamiento de sus políticas.
5. Un presupuesto que prevé la pasarela para que haya Guardia Civiles que se integren en la Policía Foral. En opinión de ELA en ningún caso deben tener prioridad los miembros de cuerpos de naturaleza militar como la Guardia Civil.
6. Sin participación social ni sindical. El Proyecto de Presupuesto para 2022 se ha elaborado sin ningún tipo de participación social, y el hecho de dejar fuera del ámbito de decisión de la política presupuestaria a las organizaciones sociales y sindicales no hace más que rebajar la calidad y nivel democrático.
7. Se reduce el porcentaje de PIB que se destina a salud. La saturación de la atención primaria, la situación de las listas de espera o la falta de especialistas en atención psicológica debería hacer que el Gobierno de Navarra aumentase en gasto en salud para reducir los 456,8 millones de euros que nos separan de la media de la Unión Europea.