Residencias de mayores: una invitación a la reflexión; por Eduardo Mateo



 



Navarra vivió una jornada histórica este pasado martes, en la semana del 1 de octubre, Día Internacional de las Personas de Edad. Y es que, igual que ha sido histórica esta pandemia, podemos calificar de histórico el abandono de las medidas de restricción, con mayor o menor intensidad, con las que hemos convivido más de año y medio. En las residencias de mayores no vamos a echarlas de menos. No, porque queremos volver lo más rápidamente posible a la situación anterior a marzo de 2020. 

A nuestras salidas y visitas con normalidad; a nuestros encuentros con familiares llenos de abrazos y cariño; a todo eso que poco a poco, y con prudencia, vamos a poder revivir. Pero… cuidado: que queramos recuperar al máximo nuestra vida previa a esta pandemia no implica que debamos olvidar todo lo que nos ha pasado. 

Al revés: todas y todos debemos extraer lecciones, aprendizajes, nuevas escalas de valores y nuevas maneras de hacer las cosas. Esta necesidad de aprendizaje debe estar presente en toda la sociedad, y por supuesto en los sectores encargados del cuidado a personas. Todas las partes implicadas, instituciones públicas, direcciones de centros, personal, residentes y familias, hemos de hacer una reflexión, primero individual y después compartida, sobre algunas cuestiones clave. Las residencias fueron, en un momento dado, epicentro de la epidemia; y, al mismo tiempo, pasaron a ocupar páginas y minutos de reflexión en unos medios de comunicación que, hasta entonces, digámoslo así, no habían despertado tanto interés. 

Esas opiniones que entonces leíamos, algunas desde el conocimiento, pero otras muchas alejadas de él, deben ahora ser más reposadas y tranquilas; y deben, además, ser hechas por el conjunto del sector. Y, lo que es más importante: deben estar enfocadas a una mejora de este sector, de la que todos somos protagonistas. Analicemos en qué podemos mejorar; qué es cuidar, cómo cuidamos y cómo queremos cuidar a todas aquellas personas que necesitan algún tipo de apoyo en su vida; reflexionemos sobre qué necesitan las instituciones para cuidar bajo este nuevo paradigma. 

Hagamos una reflexión desde nuestra posición en este sector, y compartámosla después con el resto, para aportar cada cual desde su responsabilidad individual en ese futuro que está, como siempre, por escribir. Aprendamos de los errores, pero también de los aciertos; corrijamos aquello que no ha funcionado, y tomemos como bueno, para incorporarlo a nuestras rutinas, eso que hemos ido probando durante este año y medio. 

Con esa reflexión profunda, con ese análisis desde la humildad y enfocado a la mejora, podremos mejorar este sector que tan presente estuvo, durante meses, en la opinión pública. Tratemos de que esa opinión pública, el conjunto de la sociedad, no nos olvide… sino que nos tenga presentes con orgullo por el trabajo que hacemos. Y que no olvidemos lo que nos ha tocado vivir; recordar para aprender. Porque todos tenemos la obligación de mejorarlo, y mejorar así la atención a las personas mayores.

Eduardo Mateo Miranda.
Presidente de Lares Navarra.
Asociación de Residencia y Servicios de Atención a los mayores - Sector Solidario-