La campaña de Na+ Tudela contra el PSN-PSOE embarra la política ribera



 



La decisión de Alejandro Toquero de impedir que la Biblioteca municipal se presentase a un concurso de difusión literaria y su discurso contra María Chivite el día de la inauguración de una escultura en recuerdo a las víctimas de ETA evidencian que Na+ Tudela no ha hecho propósito de enmienda y que probablemente va a seguir generando situaciones surrealistas.

Tudela no puede permitirse que su equipo de Gobierno parezca estar únicamente centrado en la bronca tuitera, la foto de Facebook, la inauguración de obras ideadas y financiadas en la anterior legislatura, y la cruenta guerra contra el PSN-PSOE por intereses de Javier Esparza. 

Por mucho que sea cierto que los socialistas prometían Carta de capitalidad (que finalmente se adscribirá a la nueva financiación de todos los municipios) y tercer centro de salud en Tudela (que tendrá al menos que esperar a que las obras en los otros dos se pongan en marcha). 

Munición

Ambas promesas, supuesta prioridad para UPN a pesar de que no las llevó a cabo en el cuarto de siglo que gobernó Navarra, son la munición que el 'revillista' Alejandro Toquero utiliza para intentar hacer mella en las previsiones demoscópicas socialistas. 

UPN Tudela ha desempolvado la peor versión del victimismo ribero: Toquero mostró su enfado porque Chivite no le llamó tras una gran nevada y llegó a insinuar que el Gobierno de Navarra pidió aplicar este verano el toque de queda nocturno para fastidiarles las 'no fiestas' a los tudelanos.

La intención de UPN es cimentar un relato que diga que María Chivite no invierte ni un céntimo en la Ribera porque sus socios de Euskal Herria Bildu le exigen que el dinero vaya para los municipios del norte de la Comunidad Foral o al euskera. Eso sí, Esparza y Toquero son conscientes de que Na+ gobierna Pamplona gracias a los socialistas, pero soslayan este hecho para salvaguardar el relato. 

UTE 

UPN está dando síntomas de haber perdido el rumbo tras no haberse repuesto de la pérdida de poder autonómico en 2015. Esta desideologizada UTE de poder busca recuperar el fuerismo perdido y quizás las siglas. 

Esparza y compañía pretenderán mostrarse como un partido navarrista que no lo parece cuando pactan con antifueristas como Ciudadanos, o cuando Sayas y García Adanero utilizan sus escaños para jalear a Vox en vez de en defender los intereses de Navarra. 

Sin cantera

UPN no tiene quien le escriba porque Diario de Navarra y Navarra TV están quebrados, y por lo tanto en manos del gobierno de turno, y además sufre un problema gravísimo de falta de cuadros medios. Porque el 'sanzismo' y el 'barcinismo' murieron sin crear cantera y Javier Esparza, inseguro tras tanta derrota, no ha sido capaz de estimular el talento a nivel interno y se ha dedicado a mirar con suspicacia a cualquier posible rival. 

Que Sergio Sayas superase el 40% de los votos en primarias demuestra el mal estado regionalista, que ya no se puede consolar ni con el alicaído Iñaki Iriarte, ahora entregado en el liderazgo de una irrelevante asociación memorialista digna de Vox. Este proyecto quiere borrar el 36 quizás para que la gente crea que ETA nació por generación espontánea. 

Al menos a UPN le quedan Cristina Ibarrola en asuntos sanitarios, algunos alcaldes sosegados y una nutrida militancia que se había malacostumbrado a que el Gobierno de Navarra estuviese en manos del centro-derecha a pesar de que el centro-izquierda rebasa el 60% de los apoyos en la Comunidad Foral.

El bloque conservador se achicó con el adiós del CDN y el nacimiento de Geroa Bai. Y no tiene visos de ensancharse porque UPN está únicamente pendiente que desgastar a María Chivite a cuenta de Euskal Herria Bildu para que el PSN-PSOE en 2023 recupere su papel de comparsa dentro del 'Régimen'.

Este sería el deseo de Navarra Suma Tudela, que ha convertido la política municipal de la capital ribera en una suerte de 'miniparlamento' (o "último reducto" contra los abertzales) donde se exhiben reproches a María Chivite, mociones sobre temas supramunicipales y recuerdos de una Carta de capitalidad que no fue apoyada por UPN en la pasada legislatura.

Dos cursos políticos hasta elecciones

La actual legislatura en la capital ribera va a estar marcada por las fotografías de Toquero, el permanente ruido contra Pamplona y un amplio catálogo de obras que intentarán modernizar Tudela con la rúbrica de Navarra Suma, que intentará tapar con ladrillo y pintura el cambio de rumbo de una ciudad que la pasada legislatura hablaba sobre su futuro y ahora lo hace de ETA.