La presidenta de Navarra, María Chivite, reivindicó ayer en Tudela la necesidad de "mirar al futuro, aprendiendo del pasado para vencer al terrorismo", en el acto de inauguración de la escultura 'El abrazo de Tudela', erigida en la capital ribera en recuerdo de las víctimas del terrorismo de ETA.
A la inauguración del monumento memorialista también asistieron el vicepresidente primero y consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior, Javier Remírez; el consejero de Educación, Carlos Gimeno; y la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, acompañada del director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Martín Zabalza.
También participó en el acto, Alejandro Toquero, acalde de Tudela, institución promotora del grupo escultórico, ubicado en el Paseo del Queiles, que ha tenido un coste de casi 10.000 euros, 8.000 de ellos aportados por el Gobierno de Navarra, a través de su convocatoria de subvenciones para las "actividades en materia de memoria, víctimas, derechos humanos, educación para la paz y convivencia", promovidas por las entidades locales.
El consistorio tudelano acompañó su solicitud de subvención, con una declaración institucional en la que, junto a la condena del terrorismo decía que parte de la sociedad "dio la espalda a las víctimas" y que es necesario "escribir un relato claro" sobre estos hechos que, aún hoy, no han recibido "la autocrítica de la izquierda abertzale".
En su intervención la presidenta Chivite enlazó la declaración institucional que acompañó la propuesta para levantar el monumento con el primer Plan Estratégico de Convivencia, que consejera Ana Ollo va a presentar en los próximos días. Así, la presidenta enumeró los cinco valores en que se asienta el Plan: igualdad, libertad, democracia, pluralismo y diversidad, "conceptos que se vinculan completamente con la necesaria petición de autocrítica a la izquierda abertzale por la utilización y justificación de la violencia política con la constatación de que ni el odio ni el rencor nos ayudarán en la superación de tan dura etapa", ha reflexionado.
Mirada al futuro
Chivite hizo un llamamiento: "Como presidenta de Navarra os pido que el terrorismo vivido nos sirva para unirnos como pueblo. Debemos mirar al futuro, sin miedo, sin temor y sin odio", ha dicho.
Desde ese espíritu de memoria serena, la presidenta mencionó las medidas concretas que recoge el Plan para defender los derechos de las víctimas del terrorismo de ETA: la consolidación del Plan de atención a las víctimas del terrorismo de ETA y el impulso a la interlocución y cooperación con las asociaciones; la formalización de un acuerdo de colaboración estable con la Oficina de apoyo a las víctimas del Ministerio del Interior; el impulso a la Ley Foral 9/2010, de ayuda a las víctimas del terrorismo; y la propuesta de un acuerdo a la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC) para que las entidades locales garanticen los espacios públicos como "ámbitos de convivencia, sin actos ni mensajes, ni iconografías que reconozcan, idealicen o enaltezcan la actividad de los miembros de ETA", ha expuesto.
"No queremos pintadas que reivindiquen la acción de los asesinos, no queremos que los 'ongietorris' ensalcen las acciones violentas de unos pocos como si fueran dignas de homenaje y recuerdo", manifestó. Así mismo, la presidenta Chivite expresó su compromiso para que, "con el respeto a la libertad de expresión y en colaboración con el Ministerio del Interior, impulsar una legislación que limite el fomento de la violencia en las calles y plazas", manifestó. En este sentido, también expresó su deseo de colaborar de forma institucional con la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y un convenio con la Fundación Víctimas del Terrorismo.
Junto a la ley, a los planes públicos en defensa de las víctimas y su memoria, la presidenta concluyó su discurso con un alegato en pro de la unidad: "Quiero animar a todos y todas los aquí presentes a tener suficiente altura de miras para evitar el enfrentamiento en un plano tan sensible. Seamos dignos de recoger el legado de las víctimas que, en su pluralidad política e ideológica, fueron asesinadas u obligadas al exilio por su lucha en común por una sociedad en la que prevalecieran la libertad, la democracia y el estado de derecho", finalizó.