El incendio del Vedado de Eguaras ha afectado a una superficie de más de 500 hectáreas



 



 
El incendio del Vedado de Eguaras ha afectado a una superficie de 517 hectáreas. 332 de ellas corresponden al espacio declarado como Reserva Natural del Vedado de Eguaras y, el resto, a la finca particular del mismo nombre. Además, se ha visto dañada una mínima superficie, 14 hectáreas, de la Comunidad de Bardenas. Así lo dieron ayer a conocer en una visita al terreno la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, y el director general de Medio Ambiente, Pablo Muñoz, y tras el análisis realizado por personal técnico del Departamento a partir de las imágenes obtenidas por el satélite Sentinel.

En la visita participaron también el presidente de la Comunidad de Bardenas, José María Agramonte, y una vocal de la Comunidad, Conchi Ausejo.

La consejera Gómez ha señalado que "se trata de una imagen desoladora en un entorno de especial valor natural, ya que representa un refugio para la fauna y la flora en un entorno muy humanizado".

Asimismo, la consejera anunció que el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente está trabajando en un análisis para la implantar medidas concretas que puedan reducir el riesgo de este tipo de incendios. En todo caso, Gómez ha añadido que "estas medidas serán consensuadas con los sectores implicados y los respectivos órganos consultivos, el Consejo Agrario y el Consejo Navarro de Medio Ambiente"

Además, Gómez reconoció especialmente "el buen trabajo y coordinación de bomberos, personal técnico y guardas de Medio Ambiente, y personal de la Comunidad de Bardenas que han intervenido en las labores de extinción del incendio".

Por su parte, Pablo Muñoz ha indicado que "ahora hay que esperar a la evolución natural de la vegetación para comprobar el grado de afección del fuego a la misma. Se trata de una zona semiárida de Navarra en la que la capacidad de regeneración natural está más comprometida". 

Dentro de la superficie que ha recorrido el fuego, la vegetación natural se ha visto afectada con diferentes grados de intensidad. Existen zonas de pinar totalmente calcinadas y otras en las que tras el paso del fuego las copas se han mantenido en mayor o menor medida, y habrá que observar su evolución en los próximos meses. En el caso del matorral mediterráneo la afección es más intensa, pero, al tratarse de especies con gran capacidad de rebrote, se espera una repuesta rápida de recuperación.

En cualquier caso, al ser la Reserva Natural un refugio para la fauna en un entorno muy humanizado, su capacidad de acogida se ha visto afectada. Mamíferos como jabalíes, corzos y zorros huyeron del incendio y se espera un retorno paulatino conforme la vegetación natural de matorral y pinar se vaya recuperando. En cuanto a la afección a las aves rapaces, gracias a los datos trasladados por la Comunidad de Bardenas procedentes de sus proyectos de investigación, se ha podido conocer que los pollos de buitre leonado y alimoche seguidos por satélite no se han visto afectados por el incendio.

Levantado el dispositivo de extinción

Por otra parte, el Servicio de Bomberos Navarra / Nafarroako Suhiltzaileak, tras dar por controlado el incendio y después de que durante toda la jornada de este pasado lunes no se observara humo en el interior del área afectada por las llamas, ha levantado el dispositivo de extinción que se había mantenido en el enclave desde que se declaró el incendio, aunque en los últimos días ya se había retirado buena parte de sus efectivos. Así, el puesto de mando avanzado desde el que se ha coordinado el trabajo de los bomberos regresó a primeras horas de la noche de ayer a su base en el parque de Cordovilla.

No obstante, un retén de bomberos del parque de Tudela con un camión autobomba continuará vigilando la zona porque circunstancias como el suelo caliente, las temperaturas relativamente elevadas y la escasísima humedad favorecen el riesgo de que se reaviven brasas y tocones en el interior del perímetro incendiado, aunque prácticamente se descarta la probabilidad de que pudieran propagarse fuera del mismo.

Las labores de extinción se han visto dificultadas por las adversas condiciones meteorológicas, con temperaturas muy elevadas, fuertes rachas de viento y bajos niveles de humedad, lo que se traducía en una vegetación reseca que ardía con facilidad y propensa al rebrote de las llamas a partir de las brasas y puntos calientes. Desde el primer momento trabajó en el lugar un importante dispositivo de bomberos con apoyo aéreo para tratar de evitar los daños en un espacio de gran importancia medioambiental. Han participado brigadas forestales y bomberos de los parques de Tudela, Lodosa, Tafalla, Peralta, Sangüesa y Cordovilla, además de la BHIF, la totalidad de los medios aéreos de que dispone el Gobierno de Navarra y los solicitados al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El Gobierno de Aragón también proporcionó efectivos del parque de Ejea de los Caballeros (Zaragoza).

Un bulldozer y tractores aportados por vecinos de Valtierra y otros pueblos de la zona han trabajado en la realización de labores de desbroce y cortafuegos, mientras voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil de Tudela se han ocupado del avituallamiento de los integrantes del dispositivo, del que también ha formado parte la Policía Foral y agentes de la Policía Municipal de Valtierra.