El líder de la oposición en Navarra, Javier Esparza, ha explicado su visió sobre la situación política en la Comunidad Foral en una entrevista publicada ayer por Diario de Navarra. El presidente de UPN aseguró sobre el posible harakiri de la coalición Navarra Suma que no va a significarse en el debate interno y que pretende "dejar a los afiliados que hablen", hecho que podría significar la vuelta de las siglas regionalistas a las urnas en 2023.
Su postura se evidenció cuando le preguntan si UPN no alcanzaría los 20 escaños en solitario: "¿Quién dice que UPN solo no puede lograrlos?". Es evidente que el regreso de la marca regionalista no implicaría la ruptura con PP y Cs, que podrían integrarse como independientes.
"Extremistas"
Esparza protestó porque los socialistas les ven "como echados al monte" y "extremistas" y, preguntado sobre su necesidad de pactar con el PSN-PSOE para tocar moqueta, afirmó que van a ir "a por la mayoría absoluta". Otra cosa es que la consigan.
El líder regionalista, además, tildó de "desastre" la gestión de la presidenta María Chivite (de la que dice que lleva "muy mal" las críticas) y aseguró que el pacto con EH Bildu es rechazado por más de un 40% de los socialistas, que podrían plantearse votar a UPN según sus cálculos.
En la entrevista, Esparza aseguró que "Chivite va a convertir a EH Bildu en la segunda fuerza" de Navarra, apuntó que no ve factible un pacto entre Na+ y Geroa Bai porque Uxue Barkos "quiere que Navarra desaparezca" y asegura que Sergio Sayas no intentará utilizar el debate sobre la fórmula electoral para reabrir la guerra interna de UPN.