Siglos XI al XVI: Euskaldunes musulmanes en la Ribera de Navarra; por Tomás Urzainqui






Es un hecho cierto que ha habido durante muchos siglos en las localidades de la Ribera euskaldunes de religión musulmana lo que no dejará de sorprender a algunos, no tanto por lo verosímil de la información como por los prejuicios ideológicos y religiosos que les impiden verlo con normalidad, quizás por la ignorante y políticamente interesada reducción de lo vasco a la montaña, impulsada por los conquistadores castellanos desde el siglo XVI.

Los nombres de persona euskéricos reflejados en la documentación de los siglos XI al XVI de la Ribera Tudelana recopilados por Jabier Sainz Pezonaga nos dejan constancia de los nombres de numerosos musulmanes.

Según acaba de publicar en Fontes Linguae Vasconum: 

“Se nos plantea la existencia en la Ribera de Navarra de moros euskaldunes, de gentes de religión musulmana vasco-parlantes”. “Nos abre la perspectiva de considerar la pervivencia del euskera en la Ribera durante los siglos de la dominación musulmana en convivencia con la lengua árabe y el romance mozárabe”, aunque también habría euskaldunes mozárabes, es decir cristianos euskaldunes en la zona musulmana de Navarra"

A las investigaciones del citado autor hay que añadir las publicadas en los últimos años por José Mª Jimeno Jurio, Martín Martínez Saenz de Jubera y Erlanz Urtasun -este último ha descubierto un pleito de 1535 donde todos los testigos agricultores de Tudela y comarca afirmaban que para ser veterinario allí era necesario saber euskera- en fin todos ellos han puesto de manifiesto la existencia de pruebas irrefutables sobre la continuación del euskara en el Valle del Ebro incluida su margen derecha durante las épocas, romana, goda y musulmana.

El Jurado de la Aljama de Tudela el año 1309 era Mahoma Ocharra u Oxarra.  Otros moros navarros: Mahoma Ezquerro en Ablitas, Abarqua en Cortes y Ribaforada.  En Ribaforada, Cascante, Monteagudo, Cintruenigo, Corella, Araciel, Cabanillas, Fustiñana, Arguedas y Cortes es común el apellido “Navarro” entre los moros de dichos pueblos.  El motivo es su significado étnico-lingüístico. Es decir, son riberos euskaldunes autóctonos de religión musulmana.

La Vasconia musulmana y su influencia en la historia navarra

La realidad histórica nos muestra que con los diferentes conquistadores que ha padecido esta tierra se pueden hacer dos grupos; primero, los que a pesar de todo dejaron como balance un fortalecimiento político y cultural y también desarrollo económico: Roma y los musulmanes; segundo, los que por el contrario han ocasionado una secuela de destrucción y retraso: celtas, visigodos y castellanos. En esta reflexión nos vamos a detener con los musulmanes.

Desde el punto de vista geopolítico además de la Navarra reducida (la que vemos en los mapas actuales) existe la Navarra marítima y la Navarra Norpirenáica o gascona, pero también hubo una Navarra musulmana, o Vasconia islámica, todo ello dentro del espacio vascón circumpirenaico y sus cuencas del Ebro y Garona.

La realidad vascona del Alto Valle del Ebro está acreditada durante toda la época romana, en el siglo V el escritor de Calahorra Prudencio nos habla del Valle del Ebro vascón, y también antes, pues la penetración céltica constatada a partir del siglo VI a. de C. desaparece con Roma en el siglo II a. de C.

Esta condición vascona, política y cultural, no acaba en la época de la vecina Hispania visigoda, siglos VI y VII, ni después con los musulmanes, siglos VIII a comienzo del XII. Durante dichos periodos de tiempo no hubo cambios demográficos reseñables, prácticamente ninguno con las incursiones godas y pequeños con los musulmanes.

La historiografía en general ha obviado la influencia que tuvo en el conjunto de Vasconia su ámbito musulmán. No se ha tenido en cuenta ni se ha estudiado suficientemente el papel de esta realidad histórica y su repercusión. Hasta el punto de que sin la presencia de los vascones musulmanizados no sería posible entender la historia de Navarra.

Hay quienes desde la historiografía gran-nacional española han querido ver en el Conde Casius, de la familia de los muladíes (autóctonos conversos al Islam) Banu Qasi, a un noble godo. Sin embargo, es mucho más verosímil, con las fuentes disponibles, que Casius fuese un “possessor” o “rico hombre”, cuyo asentamiento familiar, por ubicación geográfica y política, radicaba en la zona de Borja, Tarazona, Alfaro, Cascante y Calahorra, que hundía sus raíces entre los romano-vascones del Valle del Ebro.

Casius a la llegada de los musulmanes al Valle del Ebro abrazó su religión, siendo el origen de la familia Banu Qasi, pero siguió manteniendo las intensas relaciones políticas y de parentesco con los demás dirigentes vascones vecinos.

Casius estableció juramento de fidelidad con los Califas Omeyas de Damasco a donde se trasladó personalmente, vínculo que se mantuvo durante doscientos años hasta la caída de los Omeyas de Córdoba lo que coincide también con el fin de los Banu Qasi.

La viuda del padre de Eneko Aritza, se casó con el Banu Qasi Fortun ben Fortun, por lo que Eneko Aritza primer rey de Pamplona y Muza ben Muza señor de los riberos musulmanes eran hermanos.

Este pequeño “reino” musulmán actúa formando parte del emirato y a veces de forma casi independiente. En el año 824 al proteger a los vascones de Pamplona del califato cordobés, se hizo posible la consolidación del Reino de Pamplona frente al expansionismo franco. Primero Muza ben Fortún y después Muza ben Muza al mando de la Vasconia musulmana fueron el apoyo más eficaz de Eneko Aritza en el nacimiento y consolidación del Reino de Pamplona.