Los votos de Navarra Suma, PSN y Geroa Bai sirvieron para rechazar una moción a través de la cual Izquierda-Ezkerra instaba al Gobierno foral a promover una banca pública en Navarra que cubriese el hueco que dejó un instrumento económico que dotaba de cierta autonomía a nuestra tierra, Caja Navarra, desguazada con la anuencia de UPN y PSN.
La coalición liderada por Marisa de Simón promovía la "creación de una banca pública que intervenga directamente en el desarrollo económico de nuestra comunidad, capte depósitos, democratice el acceso de las familias trabajadoras a los servicios financieros y dote de financiación a las pequeñas y medianas empresas que conforman el tejido empresarial navarro".
"Navarra necesita este instrumento financiero público que sea de gestión pública y democrática; que no se rija en el beneficio de accionistas; y excluya las operaciones especulativas (...) El modelo de algunos que se hacen llamar de izquierdas no tiene nada que ver con el modelo de I-E", añadía. Euskal Herria Bildu y Podemos también apoyaron una iniciativa que se marcha al cajón...