Por la protección de la huerta tudelana






Ecologistas en Acción de La Ribera y Helianto solicitamos la protección de la huerta tudelana La entrada en vigor del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID19, está poniendo al límite a muchos sectores de la ciudadanía. Estamos comprobando cómo el sector primario, productor de alimentos básicos para la población, no está siendo considerado en la medida en la que debería en la situación de crisis actual, especialmente la producción a pequeña escala. El derecho a la alimentación fue reconocido en 1948 en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Según las Directrices por el Derecho a la Alimentación (FAO 2004), es responsabilidad del Estado respetar, proteger y garantizar el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas, particularmente en contextos de crisis como el actual. El Artículo 15 del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación sanitaria ocasionada por el COVID19 no indica expresamente la prohibición de realizar tareas agrícolas destinadas para el autoconsumo. De hecho la Junta de Galicia sí que está permitiendo estas labores básicas para proveer de alimentos a los agricultores no profesionales, sin contravenir el RD 463/2020.

Lamentablemente en Navarra el Delegado de Gobierno ha hecho una interpretación restrictiva de ese real decreto, impidiendo esa posibilidad. En nuestro ámbito municipal, Ecologistas en Acción de La Ribera y Helianto hemos pedido al Ayuntamiento de Tudela que defienda que los agricultores no profesionales, los hortelanos y hortelanas puedan realizar labores destinadas al autoconsumo como sembrar o plantar. Todo esto adoptando los protocolos de seguridad a los que obligan las autoridades sanitarias (según el Real Decreto 463/2020), cuando incluso las medidas de protección pueden ser incluso mejores que yendo a comprar, ya que el hortelano o hortelana puede ir solo a su finca. Animamos a que nuestro Ayuntamiento solicite esta posibilidad y defienda una huerta viva. En algunas Comunidades Autónomas cuyas Delegaciones de Gobierno no han hecho una interpretación restrictiva del RD 463/2020 (como Aragón) varios ayuntamientos ya han emitido bandos permitiendo la posibilidad de sembrar o plantar. En el ámbito estatal, existe una iniciativa que parte de más de 600 organizaciones sociales, entre las que nos encontramos junto a otros colectivos de Navarra.

Esta iniciativa reclama al Gobierno Central varios aspectos relacionados con la petición de que se pueda seguir con la distribución de alimentos en canales cortos, venta en mercadillos mercados agroecológicos, o, como defendemos aquí principalmente, que los agricultores no profesionales puedan sembrar, plantar, abonar o regar. Todo esto, adoptando los protocolos de seguridad a los que obligan las autoridades sanitarias (según el Real Decreto 463/2020). No se entiende que se pueda ir a comprar a los comercios, en concreto grandes superficies, o que se vuelvan a poner en marcha sectores de la economía y no se promueva la agricultura de autoconsumo. La agricultura de autoconsumo es fundamental para la alimentación de muchas personas y familias en Tudela. Muchas de estas personas no tienen los recursos suficientes y tienen en esta actividad un sustento principal. Creemos que el Ayuntamiento de Tudela debe solicitar esa protección de los hortelanos y hortelanas. A la vez debe presionar a Delegación de Gobierno en Navarra para que no haga una interpretación restrictiva del RD 463/2020. Se pondría así en valor nuestra huerta, nuestras verduras y nuestra tradición cultural.

Los hortelanos y hortelanas son quienes están manteniendo una huerta viva de la que tan orgullosos nos sentimos como pueblo. El mantenimiento de estos espacios agrarios no sólo contribuye a la producción de alimentos sanos y frescos de proximidad. También contribuye a la conservación de un paisaje y medioambiente específico muy importante para combatir los efectos del cambio climático. Contribuyen también a mantener la diversidad cultivada, al mantenimiento de unos saberes en el manejo del agua y de la tierra y a continuar con un patrimonio inmaterial que se ha conservado a lo largo de los años. En definitiva, una agricultura respetuosa con el medioambiente y las personas. Ahora, más que nunca, Tudela quiere comer de su huerta.