#Leydepreciosmínimosya









La crisis del campo ha provocado uno de los primeros roces en el Gobierno de coalición. Encontrar una solución al problema de precios que sufren los agricultores y ganaderos está encontrando propuestas radicalmente diferentes entre los miembros de PSOE y Unidas Podemos en el consejo de ministros. El asunto ha llegado incluso a tratarse en los recién instaurados 'maitines' de Moncloa que reúnen cada lunes a Pedro Sánchez y sus cuatro vicepresidentes. Y ayer martes fue el asunto que más tiempo llevó en la reunión semanal del presidente con sus 22 ministros.

Unidas Podemos tiene claro lo que debería hacerse. El partido de Iglesias plantea que el Ministerio de Agricultura intervenga para fijar por ley un precio mínimo para los productos. Sería una cantidad sostén básica que percibiría el agricultor o ganadero para cubrir sus costes de producción. Así, los Mercadona, Carrefour, Dia y demás distribuidores no podrían pagarles menos, lo que constituiría un torpedo en la línea de flotación de los márgenes de estas grandes compañías.

En el partido morado consideran que es insostenible la gran variación de precios desde que el producto sale de la huerta hasta que llega al consumidor final. Un agricultor que, por ejemplo, produce brócoli percibe 0,45€ por cada kilo que vende. Una vez el alimento llega al supermercado, el consumidor lo paga a 4,22€: nueve veces más caro. Otro que cultive berenjena gana 0,42€ por kilo, mientras que en las tiendas se vende a 1,90€. Lo mismo pasa con los calabacines, cuyo precio se triplica desde que sale del huerto hasta que llega a la mesa; la coliflor, que pasa de medio euro a casi dos; la naranja, que se vende seis veces más cara; los limones o la manzana. Es un patrón que se repite con todos los productos agrícolas, según datos de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja). Por eso Unidas Podemos quiere salir en apoyo de los agricultores medianos y pequeños para plantar cara a estas grandes plataformas de la alimentación.