Las espadas siguen en todo lo alto: Javier Esparza y Sergio Sayas se enfrentarán previsiblemente en marzo por el liderazgo de UPN. Pero en los últimos días ambos han desplegado unas estrategias basadas en arremeter contra el pacto de Sánchez con el PNV o en cargar contra la abstención de EH Bildu, con cuyo antecesor ideológico negociaron los regionalistas en 1993.
Sayas sobreactuó el fin de semana e intentó aprovechar el tirón con un artículo firmado en un medio centralista y antifuerista, Libertad Digital. Esparza también ha aprovechado el frente 'antiSánchez' para hacerse notar. Y Carlos García Adanero, cuya tosquedad fue evidenciada ayer en el Congreso ante las mofas de El Jueves, también quiso hacerse notar.
Es una verdadera pena que UPN se haya convertido en una descolorida marca blanca de fuerzas como el corrupto PP o los antinavarristas de Ciudadanos. Es evidente que los regionalistas están que trinan a pesar de que el Gobierno central entrega competencias a la Comunidad Foral, hecho que no se daba cuando los regionalistas controlaban el Palacio de Navarra y el PP hacía lo propio con La Moncloa.
Y eso deja sobre el tapete las contradicciones de una fuerza que asegura defender Navarra y en realidad quiere convertir a la Comunidad Foral en una Cantabria silente que se pliega a los intereses de Madrid.