Hoy lunes el Ayuntamiento de Soria ha organizado una reunión entre varios ayuntamientos para exigir un frente común que ayude a que se impulse la A-15 y a que se reabra el tramo ferroviario desde Castejón que pasa por Fitero. El Ayuntamiento de nuestra localidad estuvo ausente, al igual que estuvo ausente en las reuniones de Vertebro (asociación interpueblos que busca medidas demográficas para evitar la desertización humana de la España interior), al igual que estuvo ausente de exigir en público a los sucesivos Gobiernos de UPN que tomasen medidas en la carretera del Polígono industrial, al igual que estuvieron ausentes a la hora de protestar porque la A-15 se marchó de un día para otro a Tarazona cuando en un prinicipo pasaba por Fitero.
Una actitud que dista de la de hace un siglo
En 1886 se dio luz verde al proyecto de ferrocarril entre Castejón y Fitero con final de trayecto en el Balneario, pero tras arrancar las obras se cancelaron para cambiar la línea por la de Castejón-Ólvega (con parada en Fitero), con el fin de aprovechar la riqueza minera de las faldas del Moncayo. La complicación en el trazado prolongó las mismas, en especial tras ser denominado como "tren de la muerte" por un accidente acaecido 1896 en el que descarrilaron catorce vagones y murieron tres obreros.
Fitero era consciente de que podía salir comercialmente al mundo a través de Castejón y sus empalmes con el tramo Navarra-Francia, Logroño-Bilbao y Aragón-Catalunya, pero en el verano de 1903 la Administración central cerró la explotación tras ver las dificultades que se había encontrado la Compañía Industrial para España, de capital belga, tras la quiebra de la Sociedad Minera del Moncayo, y a los probos esfuerzos de la Sociedad Anónima del Ferrocarril de Soria, que veía frustrada la decisión estatal.
Fitero se enfada
En el número 61 el semanario La Voz de Fitero, correspondiente al 1 de junio de 1913, protestaba de forma vehemente: "Hartos estamos de oír el eco campanudo del tan cacareado proyecto del ferrocarril que con su paso por nuestra comarca nos haría entrar en el concierto del mundo, haciendo salir nuestros productos de los estrechos límites en los que están encerrados; hora es de que salgamos de esta apatía indiferente en la que nos ha colocado la pasividad de la raza y con esfuerzo colectivo sumemos nuestra voz y hagamos llegar a altas esferas el sentir de una rica región, pobre hoy, por no tener facilidades en el transporte de los riquísmos productos de la feraz campiña que tiene".
En este párrafo que pasamos a leer trasciende el amargor de un pueblo cansado de promesas: "Hasta hoy creíamos que la valla salvadora sería el tristemente célebre ferrocarril de Ólvega a Castejón y por fin nos hemos convencido que aquellos rieles, casetas, traviesas y maquinaria, no eran más que los vestigios de algo que pasó para no volver jamás. Luego después, concebimos la esperanza de tener vía cuando al plantearse la cuestión de ferrocarriles secundarios vimos la esplendidez del gobierno subvencionando el nuestro con 60.000 pesetas por kilómetro; todo esto unido a un estado de opinión apropósito, hicieron que nos creyésemos en posesión de ese negro penacho que en espirales fantásticas, difunde por donde pasa la vida y el progreso".
Y añadían: "Fitero dando una prueba de vitalidad ha tomado la iniciativa haciendo que los pueblos limítrofes tan interesados en la cuestión como nosotros, se sumen a este movimiento de protesta y unidos elevar a las más altas esferas la voz del necesitado: Aguilar, Cervera, Corella y Cintruénigo se suman a la plausible iniciativa de Fitero y a bandera desplegada y como un solo hombre, se aprestan a la lucha de la conquista de la vida y el progreso. No ha hecho falta acudir a medios retóricos persuasivos para convocarles a una asamblea magna para tratar de los procedimientos que habría que emplear para recabar la protección necesaria y como verán nuestros lectores en otro lugar, empezamos a hacer algo en favor propio; hora es de que nos dejemos de metafísicas y unidos tratemos de alcanzar lo único que nos daría beligerancia en el comercio mundial. Se nos resta aconsejar y dejar constancia que por hechos aislados sin finalidad no cunda la desconfianza; unidos podremos hacer algo; separados no solo perderemos la ocasión, sino que veremos nuestro pueblo en manos de pueblos menos perezosos y con menos derechos que nosotros". En un siglo hemos pasado de liderar la protesta a ni siquiera aparecer...
El culebrón
En el mismo número, tal y como explica el libro Fitero D.F, se anuncia que se celebró una asamblea el día 29 mayo de 1913 a las cuatro de la tarde con presencia de representantes de Fitero, Aguilar, Cervera, Corella y Cintruénigo. En ella se decidió que el alcalde fiterano Ramón Lasantas presidiese la comisión gestora sobre el tema por unanimidad. En la misma reunión se decidió que los fiteranos Eladio Medrano y Gervasio Alfaro, industrial jabonero, se sumasen a la comisión. Poco después, en el número del 15 de junio de La Voz de Fitero, se informa de que "el miércoles pasado en el magnífico automóvil del conocido industrial de esta localidad Gervasio Alfaro salieron para Soria además de este señor Ramón Lasantas y Eladio Medrano, que componen la comisión nombrada por varios pueblos para gestionar este asunto tan importante". También señalan que "el viernes no habían regresado", pero habían llegado noticias de que la iniciativa en la citada ciudad "con verdadero cariño". Ya de regreso el célebre trío, La Voz de Fitero informa el 22 de junio que la Junta Gestora Soriana acogió de buena gana la iniciativa de Medrano, Alfaro y Lasantas, el alcalde que según el periódico habló "muy atinadamente". Un siglo después Fitero ni siquiera apareció por Soria...
Tampoco apareció Fitero a protestar que la A-15 se marchase de los límites de Fitero. Y eso que en 1998 los presidentes de Navarra, La Rioja y Castilla y León firman, ¡en Fitero!, un acuerdo con el Gobierno de España para que el corredor se pusiese en pie. Sin embargo en 2016 el Gobierno central presentó un nuevo proyecto en el que Fitero ni siquiera aparecía en el mapa y por el cual UPN no solo no protestó, sino que aplaudió. Preocupante.
En este párrafo que pasamos a leer trasciende el amargor de un pueblo cansado de promesas: "Hasta hoy creíamos que la valla salvadora sería el tristemente célebre ferrocarril de Ólvega a Castejón y por fin nos hemos convencido que aquellos rieles, casetas, traviesas y maquinaria, no eran más que los vestigios de algo que pasó para no volver jamás. Luego después, concebimos la esperanza de tener vía cuando al plantearse la cuestión de ferrocarriles secundarios vimos la esplendidez del gobierno subvencionando el nuestro con 60.000 pesetas por kilómetro; todo esto unido a un estado de opinión apropósito, hicieron que nos creyésemos en posesión de ese negro penacho que en espirales fantásticas, difunde por donde pasa la vida y el progreso".
Y añadían: "Fitero dando una prueba de vitalidad ha tomado la iniciativa haciendo que los pueblos limítrofes tan interesados en la cuestión como nosotros, se sumen a este movimiento de protesta y unidos elevar a las más altas esferas la voz del necesitado: Aguilar, Cervera, Corella y Cintruénigo se suman a la plausible iniciativa de Fitero y a bandera desplegada y como un solo hombre, se aprestan a la lucha de la conquista de la vida y el progreso. No ha hecho falta acudir a medios retóricos persuasivos para convocarles a una asamblea magna para tratar de los procedimientos que habría que emplear para recabar la protección necesaria y como verán nuestros lectores en otro lugar, empezamos a hacer algo en favor propio; hora es de que nos dejemos de metafísicas y unidos tratemos de alcanzar lo único que nos daría beligerancia en el comercio mundial. Se nos resta aconsejar y dejar constancia que por hechos aislados sin finalidad no cunda la desconfianza; unidos podremos hacer algo; separados no solo perderemos la ocasión, sino que veremos nuestro pueblo en manos de pueblos menos perezosos y con menos derechos que nosotros". En un siglo hemos pasado de liderar la protesta a ni siquiera aparecer...
El culebrón
En el mismo número, tal y como explica el libro Fitero D.F, se anuncia que se celebró una asamblea el día 29 mayo de 1913 a las cuatro de la tarde con presencia de representantes de Fitero, Aguilar, Cervera, Corella y Cintruénigo. En ella se decidió que el alcalde fiterano Ramón Lasantas presidiese la comisión gestora sobre el tema por unanimidad. En la misma reunión se decidió que los fiteranos Eladio Medrano y Gervasio Alfaro, industrial jabonero, se sumasen a la comisión. Poco después, en el número del 15 de junio de La Voz de Fitero, se informa de que "el miércoles pasado en el magnífico automóvil del conocido industrial de esta localidad Gervasio Alfaro salieron para Soria además de este señor Ramón Lasantas y Eladio Medrano, que componen la comisión nombrada por varios pueblos para gestionar este asunto tan importante". También señalan que "el viernes no habían regresado", pero habían llegado noticias de que la iniciativa en la citada ciudad "con verdadero cariño". Ya de regreso el célebre trío, La Voz de Fitero informa el 22 de junio que la Junta Gestora Soriana acogió de buena gana la iniciativa de Medrano, Alfaro y Lasantas, el alcalde que según el periódico habló "muy atinadamente". Un siglo después Fitero ni siquiera apareció por Soria...
Tampoco apareció Fitero a protestar que la A-15 se marchase de los límites de Fitero. Y eso que en 1998 los presidentes de Navarra, La Rioja y Castilla y León firman, ¡en Fitero!, un acuerdo con el Gobierno de España para que el corredor se pusiese en pie. Sin embargo en 2016 el Gobierno central presentó un nuevo proyecto en el que Fitero ni siquiera aparecía en el mapa y por el cual UPN no solo no protestó, sino que aplaudió. Preocupante.
Agrupación Fiterana Independiente