El escudo de Corella









El escudo municipal nos identifica como comunidad y en esté sentido forma parte del patrimonio cultural inmaterial de Corella. Es el elemento gráfico que une a los corellanos a través de las generaciones. Es una de nuestras señas de identidad colectiva.


Fuente: Wikipedia

Todos hemos sentido curiosidad por conocer el origen y el significado de nuestro escudo, y algunos estudiosos se han acercado al tema para intentar aclarárnoslo. Para mí la obra de referencia es el libro Sociedad, nobleza y emblemática en una ciudad de La Ribera de Navarra: Corella (Siglos XVI-XVIII), de los autores Francisco José Alfaro Pérez y Begoña Domínguez Cavero, editado en el año 2003. En este libro, páginas 144 a 168, se trata el tema de los emblemas públicos, en concreto del escudo municipal, y se ilustra con unas excelentes fotografías. Como en cualquier tema histórico, tenemos por un lado un fundamento científico, en base a una documentación veraz del pasado y por otro lado unas interpretaciones. Como las interpretaciones que se dan en este libro, concordantes, hay que decirlo, con la opinión común sobre el tema, no me han parecido convincentes, voy a dar la mía, sin más ánimo que el de que el lector tenga una información y una argumentación para contrastar y  pueda tener su propia idea del tema.


Origen del escudo.

La primera vez que encontramos documentada la imagen que históricamente será considerada símbolo o emblema de nuestra ciudad es en un sello de cera pendiente del año 1305. 

Sello del Concejo de Corella

¿Qué es un sello? Se puede definir como la impronta obtenida sobre un soporte por la presión de una matriz con los signos distintivos de una persona física o jurídica para testimoniar la voluntad de intervención de su dueño. La matriz es el instrumento que se utiliza para sellar, lleva grabados en hueco los signos distintivos de su titular; la impronta, resultado de la operación de sellar, es la huella dejada por la matriz sobre un soporte maleable. Los sellos sirven para refrendar una voluntad manifestada por escrito, como señal de validación de los documentos. Se les atribuye un valor probatorio de autenticidad. Se introdujeron desde Europa en el siglo XII y adquirieron su máxima difusión en los siglos XIII y XIV. Los sellos de validación se fueron difundiendo en sentido descendente desde los estamentos que emitían documentos de carácter público, esto es desde los reyes y personajes rectores de la sociedad hasta los simples caballeros y las comunidades cívicas. Aunque se  conocen también en otros materiales, los más difundidos en la Edad Media  fueron los sellos de cera. La cera, en un principio natural, se podía mezclar con pigmentos para darle mayor vistosidad, existiendo en algunas regiones un código de colores.  El sello de cera se colgaba de la plica por medio de tiras de pergamino, pequeñas correas de cuero, trencillas de seda o cordones de cáñamo.

Sello de Carlos I, rey de Navarra (1327)

Cuando el sello llegó a ser considerado el medio habitual de validación, hacia mediados del siglo XIII en Navarra, las comunidades dotadas de personalidad jurídica necesitan poseer un sello para intervenir en un acta. Como consecuencia de esta necesidad surgen los sellos de las comunidades vecinales, los concejos. El sello de una comunidad local, fundada en la sujeción a un mismo estatuto jurídico y en la posesión de intereses compartidos, expresa entonces su autonomía, su carácter de entidad de derecho público con jurisdicción propia. Es pues el símbolo plástico de una autonomía diferenciada.  

En 1263 todavía había concejos que no tenían sellos como el de Falces, que por esta razón solicitan al alcalde del castillo de Falces que ponga su sello en un documento. En 1329 hay ya un sello de Falces.

En el siglo XIV los sellos de concejo pasan a ser sellos de la villa y a partir del siglo XV el contenido gráfico del sello es transportado a un escudo heráldico.

Siguiendo este proceso se crearon la mayoría de los escudos municipales en Navarra, con las lógicas excepciones. En cuanto a la representación gráfica que los concejos eligieron como signos de identificación  la más común es la imagen plástica de un monumento urbano: un castillo, una torre, un recinto amurallado, un puente…  También los hay que tienen un carácter jeroglífico o parlante, con un figura evocada por el nombre como Estella (una estrella), Aguilar (un águila), Falces (una hoz, falce), etc. En algunos casos se recurre a una imagen religiosa, generalmente el santo patrón o la Virgen. Sólo en un caso, el de Rada (1329), las armas del linaje señorial se incorporan al sello concejil.





Probable sello del concejo de Araciel



Del sello concejil de Corella conocemos dos improntas, una de 1305, en el Archivo Municipal de Tudela y otra de 1328, en el Archivo General de Navarra. Es muy probable, en concordancia con los datos de otros lugares de Navarra, que el concejo dispusiera ya de una matriz en la segunda mitad del siglo XIII. La imagen elegida como representación emblemática del conjunto de vecinos de Corella es ciertamente peculiar, poco habitual: un águila cazando una liebre.

Del libro Sellos medievales de Navarra

¿Por qué eligieron esta escena como símbolo de la comunidad vecinal de Corella?  Aquí entramos ya en el proceloso mar de las interpretaciones.

Empezaré analizando la hipótesis más “popular” hasta el momento. Alfaro & Domínguez la enuncian así: “Sobre el águila los investigadores parecen ponerse de acuerdo en que es el emblema de los primeros señores de Corella tras ser conquistada por los cristianos hacia el año 1119”. Esta hipótesis tiene un punto de partida erróneo, que es analizar por separado las dos figuras que componen la escena que el concejo de Corella eligió como emblema. Si los corellanos de finales del siglo XIII o principios del XIV hubieran querido figurar un águila lo hubieran hecho como lo hicieron los de Villafranca y si hubieran querido figurar una liebre así lo hubieran hecho también, pero eligieron una escena: águila cazando una liebre (o liebre atrapada por un águila, si alguien lo prefiere ver así).

Al hablar de los primeros señores de Corella se refieren a Rotrou III, conde de Perche y su sobrina Margarita de L’Aigle. Rotrou de Perche fue un noble normando que ayudó a Alfonso I, rey de Pamplona y Aragón en la conquista del Valle Medio del Ebro. El rey como premio a sus servicios le concedió el señorío de Tudela y un barrio de Zaragoza. Existe también una carta de donación datada en 1128 en la que Alfonso I dona al conde Rotrou de Perche el castillo y villa de Corella, señalando en la misma los términos de la localidad y los derechos de riego en el río Alhama. El problema es que de esta carta no se conoce el original sino una copia del S. XIII o XIV, (que se conservaba en el archivo de Corella y hoy día está al parecer desaparecida). Según algunos historiadores esta carta de donación es una falsificación realizada en un momento en que la villa disputaba con el Monasterio de Fitero el control de determinados territorios y el disfrute para riego de las aguas del Alhama. Se aduce lo insólito de que en la época de datación aparezcan especificados los términos municipales y las contradicciones internas del texto (se dice primero que concede el castillo y la villa, pero luego se enumeran los términos del castillo: cuius castellum hii sunt termini). Estas falsificaciones no eran extrañas en la época. Se sabe por ejemplo, entre los documentos del mismo rey, que la concesión del Fuero de Sobrarbe a Tudela es un documento muy manipulado que plantea serios problemas historiográficos.  Por otros documentos sí consta que Rotrou era tenente del castillo de Corella en 1132. Pudiera ser que en Corella se manipulara esta circunstancia para conseguir pruebas “históricas” que avalaran sus intereses (los Monasterios también eran expertos en falsificaciones, por otra parte). En cualquier caso Rotrou tampoco fue el primer tenente del castillo pues en 1125 está documentado como tal Fortún Garcés Cajal.

Los tenentes eran nobles a quienes el monarca confiaba la custodia de un castillo y su distrito. Hasta el siglo XIII el reino de Navarra utilizó un sistema defensivo que contaba con núcleos fortificados de pequeño tamaño, pero que servían de centro de control de los espacios circundantes. Las tenencias, pues ese nombre recibían, estaban regidas por un noble que había sido colocado por voluntad del rey. Su función era la de controlar y administrar en nombre del soberano el castillo y territorio que se le había asignado, pudiendo ser removido de su cargo en el momento en el que el rey así lo decidiese. A cambio, el noble recibía el cincuenta por ciento de todos los beneficios que produjesen los impuestos de la zona. Tras el ascenso de Teobaldo I (1234) se producirá un cambio paulatino, por el cual los hombres designados por el rey para la defensa de los castillos actuarán como oficiales reales con un sueldo de las arcas «públicas». A partir de ese momento se hablará más de alcaides y no tanto de tenentes.

No consta que Rotrou usara como emblema un águila: su sello presenta una figura ecuestre habitual en aquella época.


Margarita de L’Aigle era sobrina de Rotrou de Perche. En 1130 contrajo matrimonio con el noble navarro García Ramírez, descendiente del rey navarro García Sánchez III.  A la muerte de Alfonso I, en 1134, los reinos de Pamplona y Aragón se separan. La nobleza navarra elige como rey a García Ramírez, que será conocido por esta circunstancia como el Restaurador. En este proceso el reino de Pamplona abarca todos los territorios que en la antigüedad eran reconocidos como vascones, y con ellos el territorio de Corella. Será en esta época cuando el reino de Pamplona empieza a ser entendido como reino de Navarra (aunque el primer rey que se autotituló como rey de Navarra fue el hijo de García Ramírez, Sancho VI en 1162).

Se dice que Rotrou hizo donación de la villa de Corella a su sobrina  Margarita como dote en su matrimonio, aunque esta circunstancia no está documentada. Como hemos dicho incluso es dudoso que Rotrou fuera algo más que tenentedel castillo de Corella. Y ese “honor”, esa jefatura militar que varios caballeros normandos ejercieron en los castillos de la Ribera tras su conquista, no era hereditario.  Aún así Alfaro&Domínguez nos dicen que “En nuestra opinión, la teoría más probable sería la de que Margarita de L’Aigle hiciese uso de algún entalle que portase un águila como motivo familiar y una liebre como motivo decorativo, que juntos mostrarían la fuerza y el vigor del águila como emblema de su señorío, tomándolo después Corella como sus armas, aunque no debemos olvidar la existencia de una laguna documental que iría de mediados del siglo XII a mediados del XIV”. A pesar de tener una estatua en Corella, lo más probable es que esta señora, que fue reina de Navarra entre 1134 y 1141, jamás pisara tierras corellanas, y que tuviera un entalle de tales características es pura fantasía, no se explica de dónde, cómo y porqué lo tomó Corella “como sus armas” y como reconocen estos autores la laguna documental es tan extensa que invalida este tipo de hipótesis.


Margarita de L’Aigle fue la madre de Sancho VI el Sabio, rey de Navarra entre 1150 y 1194 y abuela materna de Sancho VII el Fuerte, rey de Navarra entre 1194 y 1234. Sancho VII es el primer rey navarro (1196) que utiliza en su sello un emblema heráldico: un águila. También utilizó la figura del águila como signum regis para suscribir los documentos reales, inclusive la confirmación de documentos emitidos por su padre. Esta circunstancia ha hecho que algunos investigadores, especialmente Faustino Menéndez Pidal de Navascués hayan elaborado la hipótesis de que Margarita de L’Aigle , el águila de Sancho VII y el escudo de Corella están relacionados.

Dice este investigador: “¿Por qué un águila? Probablemente procedía de la familia de Margarita de l’Aigle, mujer de García Ramírez el Restaurador, madre de Sancho Vl el Sabio y abuela, por tanto, de Sancho Vll. Margarita tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la historia familiar. En la imagen, el águila que figura en el sello de Riquer de I'A¡gle, hermano de la reina Margarita. 

Sello de Riquer de Laigle


“Bibliothéque National, París. Sello de cera verde, de unos 50 mm., pendiente de una donación de Riquer a los monjes de Nuestra Señora de la Noë, sin fecha pero no anterior a 1164”.

“Sabemos con certeza que la familia de la reina Margarita usaba como emblema un águila, alusiva al nombre de su feudo normando (L’Aigle, en latín L'Aquila), pues se conserva el sello de Riquer, hermano mayor de la reina, que lleva en su campo un águila de idéntico diseño al que vemos en el reverso del sello de Sancho VII. Además, la entonces villa de Corella tenía en el siglo XIV un sello con el emblema que hoy conserva: un águila apresando una liebre, emblema raro para un concejo que pudo muy bien proceder de un sello de anillo de Gilbert de L’Aigle. Cobra así gran verosimilitud la hipótesis ya avanzada por el historiador A. Oihenart en el siglo XVII y aceptada luego por Díaz Bravo de que el emblema del águila procedía de la abuela paterna de Sancho el Fuerte, Margarita de L’Aigle, que había tenido un papel preponderante en su historia familiar inmediata. El problema de explicar cómo vivió esta señal durante setenta años, desde el primer tercio del siglo XII hasta Il94, no es irresoluble: es muy poco lo que conocemos acerca de las costumbres en el campo emblemático de aquellos primeros tiempos, con la circunstancia además del contacto con usos más avanzados llegados de un país lejano”.

¿Por qué la elección del águila? Por su concordancia con los testimonios plásticos existentes como con las circunstancias históricas, adquiere gran verosimilitud la hipótesis, ya apuntada en el s. XVII por Oyenart, de que el origen de este emblema se halle en la abuela del rey: Margarita de l’Aigle, esposa de García Ramírez. La suposición implícita de que el águila hubiera sido el emblema de su linaje, que tomó el nombre del pequeño feudo que poseía en Normandía, resulta hoy plenamente probada por el sello de Riquer de l’Aigle, el hermano mayor de la reina. El mismo origen podría tener el emblema sigilar del concejo de Corella, atestiguado ya en 1328: un águila apresando una liebre. Es tema procedente de la antigüedad clásica, muy diferente de los que son habituales en esta clase de sellos, pero muy propio, en cambio, de un entalle de los que se usaron abundantemente en los anillos sigilares de tipo altomedieval: Gilbert de l’Aigle, otro hermano de la reina Margarita, era tenente de Corella todavía en 1157 (nota: Cartulario del Monasterio de Fitero. Volvió luego a Normandía y en 1162 poseía el feudo de Le Lac). Margarita de l’Aigle había tenido un papel fundamental en la historia familiar. Había recibido Tudela como sobrina carnal del conde Rotrou de Perche, de modo que García Ramírez, antes de ser elegido rey, era ya señor de este rico territorio, que de esta manera se incorporó al reino. La madre de Margarita, Juliana de Perche, era prima hermana de Alfonso I el Batallador, lo que sin duda apoyó la candidatura de García Ramírez al reino de Pamplona”.

Sello de Sancho VII el Fuerte

Signum regis de Sancho VII el Fuerte

A las hipótesis de este autor se oponen serias objeciones.

1. No es exacto que el sello de Riquer de L’Aigle sea “de idéntico diseño” ni la “concordancia de los testimonios plásticos” es tan contundente como se pretende. El águila del sello de Riquer, que más tarde sería adoptado por el municipio de L’Aigle en la Normandía francesa, es un águila bicéfala.

Escudo del municipio de L'Aigle

2. No sabemos si el águila era el emblema del linaje familiar o era un emblema personal de Riquer. En las épocas más tempranas de su difusión el sello era un distintivo personal, y la matriz era destruida a la muerte de la persona a quien correspondía. Sólo posteriormente, fundamentalmente con el desarrollo de la heráldica pasarían a representar a los linajes, las familias o las casas. Si los hermanos de Riquer, Margarita y Gilbert, utilizaron sellos céreos no tenían por qué ser idénticos al de su hermano.

Incluso no es seguro que el sello presentado sea del hermano de Margarita. La datación de este sello es posterior a 1164 y según algunas fuentes aquél murió hacia el año 1160 (Margarita había muerto en 1141). Podría tratarse de un hijo de Riquer, del mismo nombre, que vivió entre 1135 y 1176.

3. ¿Qué necesidad tenía el rey Sancho VII de recurrir a un supuesto emblema de su abuela, que por lo demás vivió un matrimonio muy conflictivo con el rey García Ramírez? El águila es un símbolo de autoridad y poder desde la antigüedad, basta recordar que en Roma era el símbolo de Júpiter y el estandarte de las legiones. Desconozco si hay antecedentes históricos en Navarra pero para explicar que Sancho VII eligiera el águila como emblema hay hipótesis mucho más económicas: su oposición al emblema de los reyes de León autoproclamados emperadores de Hispania. Incluso las investigaciones de Faustino Menéndez Pidal sobre los sepulcros del monasterio de las Huelgas corroborarían esta hipótesis. Esta confrontación simbólica del águila y el león la vemos también en la Europa de aquella época en las luchas entre güelfos y gibelinos.


Aguila con las alas extendidas (Museo de Ourense) Formaría parte de un estandarte del ejército romano.



Signo de Fernando II rey de León

4. Respecto al sello del concejo de Corella ¿es necesario fabular sobre un supuesto anillo sigilar de un tenente del castillo en 1157? Observemos que ya no se menciona aquí a Margarita de L’Aigle como señora de Corella. Ni a Rotrou de Perche. Pero como en la anterior hipótesis la laguna documental es demasiado extensa y la argumentación resulta rocambolesca..


Otra hipótesis que también relaciona el contenido gráfico del escudo de Corella con los jefes militares de su castillo, pero en este caso con un alcaide en cierto modo contemporáneo a la creación del sello, es la presentada por Mikel Zuza en su libro Izaga en el corazón, publicado en 2016, cuyo contenido puede visualizarse también en el blog del autor Crónicas irReales de Navarra, en la entrada Tres caballeros en busca de identidad. Este autor parte de la existencia de un conjunto de imágenes en las iglesias de tres localidades de Navarra: Larrángoz, Redín  y Lizoáin. Dedicadas a San Bartolomé, San Andrés y San Miguel, respectivamente, estas tres iglesias, datadas entre finales del siglo XIII y principios del XIV, “cuentan cada una con una portada prácticamente idéntica entre sí, y unos capiteles que muestran a un lado un caballero montado que porta un escudo adornado con una cruz recruzada y vacía, y al otro un águila de hermoso plumaje y alas desplegadas que atrapa una liebre entre sus garras. Tan sólo la portada de Lizoáin se aleja mínimamente de este modelo, cambiando la imagen del águila por la de un San Miguel batallando contra el dragón”. 

Iglesia de Redín
Iglesia de Larrángoz

“Si consultamos el Libro de Armería del reino de Navarra (de mediados del siglo XVI, pero copia de uno mucho más antiguo) vemos que el águila de Larrángoz o bien acabó representando las armas heráldicas de su palacio, o bien ese sentido heráldico era el único que quería reflejar quien ordenó que se tallase en la portada de aquel templo”:



Como podemos ver, esta imagen es bastante similar a la que eligió el concejo de Corella como emblema. Pero ¿cuál es la conexión entre las dos imágenes? Según Mikel Zuza el caballero representado en aquellas iglesias podría ser Juan Martínez de Medrano, uno de los caballeros importantes de su tiempo, que llegó a ser regente del reino en 1328 y que aparece documentado como alcaide del castillo de Corella en 1290. El argumento que sustenta esta suposición es que en el sello de este noble aparece una cruz similar a la que aparece en los escudos de los caballeros de piedra de Larrángoz, Redín y Lizoáin. Pero él mismo explica que no ha encontrado ningún documento que lo ligue a aquellos lugares. Por los datos que conocemos los intereses de dicho caballero y su linaje estaban ubicados en Tierra Estella y la Ribera más que en la zona medio-oriental del reino. En todo caso se entendería mal esta doble “representación”. Si el alcaide Juan Martínez de Medrano hubiera “prestado” sus armas al concejo de Corella, el sello del concejo de Corella hubiera sido una cruz, no un águila atrapando una liebre. 

La argumentación de Zuza hubiera sido menos complicada si hubiera pensado en otro gran caballero de la época, Pedro Sánchez de Monteagudo, que también aparece como alcaide de Corella en 1276 (Julio Altadill: Castillos medioevales de Navarra). Este fue un ricohombre del reino muy favorecido con honores. En 1266 se sabe que tenía en usufructo derechos reales en la Cuenca de Pamplona, la Barranca, el valle de Lónguida, Aibar, el Romanzado y la Zona Media. Y su blasón era “de oro con águila de sable”. Su patrimonio era considerable y podemos imaginárnoslo como benefactor de templos, donde se esculpieran un águila  representativa de su linaje y una escena de tradición románica  que suele denominarse “el caballero victorioso”, muy repetida en la escultórica medieval y en la que la cruz del escudo simplemente representa el cristianismo del caballero, o acaso la cruz de las cruzadas o de alguna orden militar. Sería esta una hipótesis más aceptable, aunque carecemos de datos concretos documentales que la apoyen y respecto al sello de Corella no deja de ser especulativa.


La mayoría de los concejos de Navarra eligieron la representación gráfica de su comunidad con total libertad, y eligieron como hemos visto algo que les pareció representativo de su localidad desde una perspectiva de prestigio, como una torre, un puente, una muralla, o bien un elemento que apelaba a su identidad representada por el nombre. No tenemos ningún indicio para pensar que Corella siguiera un camino diferente y adoptara como emblema propio el blasón de un jefe militar antiguo o contemporáneo a ellos. Hemos visto cómo por ejemplo en el caso de Falces la comunidad acepta el sello del alcaide del castillo cuando todavía no lo tenía, pero al poco tiempo ya poseía el suyo propio. ¿Era Corella menos que Falces? No lo creo. ¿Por qué eligieron una imagen singular, poco común, para representarse? ¿Poco común?

El símbolo del águila atrapando una liebre es muy común en las obras de arte medievales, tanto en el arte románico como en el gótico. En Navarra tenemos también una muestra excepcional del arte hispano-musulmán, la arqueta de Leyre, en la que aparece esta imagen.


Esta arqueta, que se puede contemplar en el Museo de Navarra, es una obra de marfil procedente de la corte cordobesa, elaborada en el año 1004 para Abd al-Malik, hijo de Almanzor. Se desconoce el momento en que llegó a Navarra. Su función original era guardar joyas y perfumes, pero en el monasterio de  Leyre fue usado como relicario de las santas Nunila y Alodia. Se ven representados personajes de la corte, luchas entre caballeros, escenas de caza, animales,… La escena del águila atrapando una liebre  ocupa el medallón central de la placa superior de la tapa. 


Se menciona por los expertos que los motivos que encontramos en el arte románico derivan o están influenciaos por este arte islámico. En Navarra y en general en el Norte peninsular son muy abundantes las imágenes medievales que muestran un águila atrapando una presa, y más en concreto atrapando una liebre o conejo. A este respecto es interesante leer el artículo de Eukene Martínez Lagos, "Un tema iconográfico procedente del arte oriental antiguo en la escultura medieval Alavesa: el águila con presa". Lo puedes encontrar aquí. Aunque el estudio tiene como objeto primario las iglesias medievales alavesas, nos informa de imágenes semejante en el resto de la Península y en Navarra en concreto y también en otros países europeos, Italia, Francia e Inglaterra, y hace un repaso de las diferentes interpretaciones que se han hecho de estas imágenes así como la de sus antecedentes en la Antigüedad. Respecto a Navarra mostraré algunas imagenes, a añadir a las ya mostradas de Redín y Larrángoz:

Claustro de la catedral de Pamplona

San Adrián de Vadoluengo. Sangüesa
San Zoilo. Cáseda

San Vicente de Larumbe
Iglesia de Itsaso (Basaburua)


Este último caso es interesante porque como en el caso del palacio de Larrángoz, visto anteriormente, fue tomado como motivo del blasón familiar de los Ichaso. Esta familia está representada en un escudo nobiliario de Corella, en la casa de los García Arista en el nº 2 de la calle Rebote:



Estos blasones nobiliarios son modernos, de los siglos XVI o XVII, que como vemos reproducen imágenes medievales.

A continuación algunas imágenes medievales en otros lugares de la península:

Iglesia de La Seo en Zaragoza


Segovia



Monasterio de Silos



Yermo (Cantabria)


Como se dice en el artículo citado de Eukene Martínez Lagos la interpretación de estas imágenes ha sido un tema muy debatido. Hay quien piensa que la mayoría de ellas no tienen más que un valor decorativo, ya que en muchas ocasiones no son más que copias de originales orientales y bizantinos que el artista reproducía sin comprender el significado. La autora, por su parte, opina que debían tener algo más que una función decorativa. Dice que incluso las imágenes hispano--musulmanas parecen inspirarse en versos de la época como el del poeta Ibn Hafaga "¿Y qué es el alma del hombre, sino un pobre animal sobre el que planea el águila de la muerte?". Una opinión similar expresa Rudolf Wittkower en el libro "La alegoría y la migración de los símbolos", para quien la liebre simboliza la rápida trayectoria de la vida humana. A este respecto hay que señalar que el águila tenía también su función en algunos monumentos y ritos funerarios romanos, e incluso en representaciones de la cultura íbera.


Estela funeraria romana
Imagen de águila en cerármica íbera

En cualquier caso las interpretaciones pueden ser diferentes según los contextos, algo que se observa bien examinando ejemplos de otros países europeos.
En Italia también es muy habitual este tipo de escenas en la escultura medieval, con la particularidad de que aparece también en edificios civiles. El motivo del águila atrapando una presa se llama aquila afferrante, y cuando la presa es una liebre aquila leporaria.


Iglesia de S. Angustín en Carpineto Romano
Colegiata de Santa María en Amaseno
Castillo de Barletta

Sobre las interpretaciones que se dan sobre esta figura en Italia puede leerse aquí

En Venecia aparece profusamente en unos bajorrelieves llamados pateras, que se encuentran en las fachadas de iglesias y palacios.






Parece ser que estas pateras, que se relacionan con la influencia bizantina en la ciudad, tienen un simbolismo moralizante.


Hay dos ciudades en Italia en las que el águila cazando una liebre o conejo forma parte del escudo municipal. Son las ciudades de Maenza y Acqui Terme. En el caso de Maenza aparece así en un conjunto escultórico en la puerta antigua de la ciudad.


Maenza. Representación del escudo de la ciudad

Sin embargo en la imagen heráldica moderna de esta ciudad no aparece la liebre o conejo.

Maenza. Escudo municipal moderno



Escudo de la ciuda de Acqui Terme:





Este escudo fue adoptado por el municipio italiano entre finales del siglo XIII y principios del XIV. El águila representa su adscripción al bando pro-imperial en la confrontación europea, con gran repercusión en Italia, entre güelfos y gibelinos. En términos generales los primeros eran partidarios de la potestad suprema del Papado tanto en asuntos espirituales como temporales, y su emblema característico era el León, y los segundos eran partidarios de que la potestad suprema en los temas del gobierno incumbía al emperador y su emblema era el Águila imperial.



En Europa hay otro municipio que tiene un escudo prácticamente idéntico al de Corella. Se trata de Kalisz Pomorski, en Polonia, en la región de la Pomerania occidental.






Históricamente el escudo ha conocido otras representaciones:




El origen de este escudo de armas está también en un sello municipal que esta población del noroeste polaco adoptó cuando recibió sus derechos municipales en el año 1303. Allí también son conscientes de la singularidad de esta representación, y como aquí ha recibido diferentes interpretaciones. La interpretación que me ha parecido más convincente desde un punto de vista histórico es la que sitúa el origen de esta imagen en la escena reproducida en el anverso de las monedas de plata (dinares) acuñadas entre 1144 y 1146  por el príncipe polaco Vladislav II.

Moneda polaca 1144



La similitud con el sello concejil y el escudo de Corella es muy grande, pero nosotros no conocemos algo similar respecto al origen.

Volviendo, pues, al origen del escudo de Corella propondré a continuación una hipótesis, que como el resto de hipótesis no es verificable, pero lo que hay que juzgar es si está bien justificada, si es sencilla y si es explicativa.

Hemos visto que en la Edad Media los concejos necesitan crear una imagen que les identifique como sujetos de derecho público, y recurren para ello a representaciones plásticas de su singularidad que en general (aparte de las imágenes de carácter parlante que hacen referencia al nombre) son imágenes de prestigio, comúnmente monumentos o edificios públicos (torres, castillos, puentes,...). La Antigüedad es un elemento de prestigio, y a la par un elemento de unificación simbólica de un colectivo, por lo general heterogéneo, como lo era la Corella medieval. Por esta razón pienso que la explicación a la adopción de una imagen peculiar, no habitual en el repertorio de la época, responde a la existencia de algún elemento de la cultura material de la antigüedad que hubiera pervivido y fuera visible para los corellanos que decidieron crear esa imagen identitaria, pero que con el tiempo hubiera desaparecido. Podría pensarse en alguna imagen de la Alta Edad Media que en la primitiva iglesia o el castillo simbolizara un águila atrapando una liebre, tal como hemos visto en otras iglesias de Navarra, pero los ejemplos que conocemos de Larrángoz e Itsaso son ya modernos, para ellos sí la Edad Media representaba la antigüedad pero no lo veo tan claro para los corellanos de finales del siglo XIII. Podría tratarse a mi entender de alguna imagen de la antigüedad tardo-romana, todavía visible para ellos, como los mosaicos de alguna de las grandes villas que compartían el territorio de Gracchuri, incluso quizás de la misma Villa Corellia, que dió nombre a nuestra ciudad. A escasos kilómetros de Corella se realizó no hace mucho la excavación de la llamada Villa del Ramalete, que dejó al descubierto unos mosaicos de extraordinaria factura que podemos contemplar en el Museo de Navarra.

Mosaico romano de la Villa del Ramalete
Las escenas de águilas con presa son abundantes en la figurativa romana, en ocasiones atrapando una serpiente, u otros animales como la liebre. He aquí algunos ejemplos.

Bajorrelieva bizantino. Constantinopla



Mosaico romano en Moai (Grecia)




Mosaico romano de Cartago (actual Túnez)


Destaco este último mosaico porque la musivaria norteafricana tuvo gran influencia y sirvió de modelo tanto en técnica como en motivos para la ejecución de los mosaicos de las grandes villas peninsulares de la tardo-antigüedad romana. En ella observamos una escena de caza en la que un águila atrapa una de las liebres que huyen. Es una representación naturalística de una escena cotidiana de los domini de las villas romanas. En mi hipótesis una representación similar era todavía visible para los corellanos del siglo XIII y representaba para ellos un pasado lejano y rico, todo lo cual era signo de prestigio para los pobladores de aquella Corella medieval.

He reconstruído digitalmente el mosaico deteriorado con elementos del mismo para que se pueda observar la similitud con la impronta del sello concejil de Corella:


Como he dicho anteriormente esta hipótesis es inverificable. Corella fue totalmente arrasada y destruída por tropas castellanas en 1429. Querían convertirla en un desolado, pero los corellanos la reconstruyeron y siguieron con su escudo. El lector que haya llegado hasta aquí tiene, al menos, más datos para el conocimiento de una de nuestra señas de identidad.



Variantes del escudo


Cuando se menciona la heráldica municipal de Corella se suele repetir la siguiente descripción: Trae de plata y un águila en actitud de atrapar un conejo que corre, en su color natural. Por timbre una corona abierta. El águila era el emblema de Rotrou de Alperche, señor que fue de la villa y quien le dio el escudo. Hay error en el dibujo de las vidrieras de la Diputación, en el que el conejo figura atrapado.
Como hemos visto esta descripción, atendiendo a la imagen original, es totalmente errónea. Tal como dicen Alfaro &Domínguez en su libro, el original sello céreo no tenía color por lo cual los colores con los que elaboremos la imagen del escudo serán siempre a voluntad del artista. ¿Es un conejo o una liebre? Los especialistas en sellos medievales dicen que es una liebre. En el sello original el águila tiene atrapada a la liebre, tal como figura en las vidrieras de la Diputación, realizadas en el siglo XX bajo la dirección de un especialista en la heráldica municipal navarra. Y como hemos visto no era el emblema de Rotrou de Perche.
Dejaré para un próximo post las diversas variantes históricas del escudo y sus posibles motivaciones. A continuación pongo unos ejemplos de estas variaciones que se pueden observar en nuestra ciudad.




Escudo "oficial"
San Miguel


Más imágenes del escudo de la ciudad en las iglesias de Corella en el libro citado de Alfaro & Domínguez. La razón de estos escudos aquí.




Creo que, como se aprecia en este último ejemplo, cada vez se va popularizando más la imagen procedente de Wikipedia. La verdad es que está más próxima a la original que la que hoy se considera oficial.

Jabier Sainz