Tudela, capital de Sancho VII





En 1119, el rey Alfonso I el Batallador reconquistaba la hasta entonces ciudad musulmana de Tutera para la cristiandad. Ese mismo año, el rey navarro la nombra cabeza de Merindad y le otorga el fuero navarro de Naiara y Sobrarbe. Los musulmanes se instalan en extra muros; mientras, gracias a la creación de un nuevo barrio judío entre muros, se posibilita la vuelta de la numerosa colonia judía que había abandonado la ciudad tras la derrota musulmana.

Benjamín de Tutera fue uno de los personajes más famosos nacidos en esta bella villa navarra, situada a la ribera del Ebro. Este comerciante judío viajó como navarro por gran parte del mundo conocido durante el reinado de Sancho VI el Sabio, quien residió junto a su esposa grandes temporadas en esta villa ribera.

Sancho VI el Sabio comienza la construcción de la catedral cristiana, cuyas obras son continuadas por Sancho VII el Fuerte. No llegaron a su fin hasta el reinado de Teobaldo I el Trovador, primer monarca de la dinastía Champañe.

La villa de Tutera incrementó considerablemente su población durante el siglo XII gracias a que la Corte real de Navarra residió preferentemente en la capital ribera durante ese siglo, concretamente desde el ascenso al trono de Navarra del señor de Tutera, García Ramírez el Restaurador.

La mayoría de documentos extendidos por Sancho VI el Sabio, entre ellos fueros de villas y ciudades, fueron firmados en Tutera. Su hijo, Sancho VII el Fuerte, fijó su residencia habitual desde el comienzo de su reinado en el castillo de la villa ribera, situado estratégicamente en una colina, en cuyo amplio recinto se encontraban los barrios morisco y judío, desde el año 1170. Estos últimos se encargaban del manteniendo de la fortaleza.

Durante el reinado de Sancho VII el Fuerte, la villa de Tutera se convirtió en la auténtica capital del Reino de Navarra. En 1234 Sancho VII el Fuerte muere sin descendencia en su fortaleza ribera, tras permanecer encerrado los últimos años de su vida en dichos muros, debido a una grave enfermedad, y fue enterrado provisionalmente en la iglesia de San Nicolás.

En 1390, concretamente durante el reinado de Carlos III el Noble, Tutera fue elevada a la categoría de ciudad. Los judíos tudelanos fueron expulsados de la ciudad y de toda Navarra en 1498, debido principalmente a las amenazas de invasión provenientes de los reyes católicos y su incipiente reino de España.

Los habitantes de la capital ribera dieron grandes muestras de lealtad hacia los soberanos navarros Catalina I de Foix y Juan III de Albret durante la invasión española del año 1512, como demuestra que sea Tutera la última ciudad de Navarra en someterse a las tropas invasoras, comandadas por el arzobispo de Zaragoza.

Así el 15 septiembre de 1512, con lágrimas de sangre en los ojos, mensajeros de la bella ciudad y cabeza de Merindad de Tutera, contra su voluntad, se ven obligados a rendir vasallaje al monarca español, Fernando el Falsario, en Logroño. La inquisición española se instala en el año 1516 en Tutera y ordena la expulsión de los musulmanes de la ciudad.

En 1521 los ciudadanos de Tutera se posicionan por Enrique II de Navarra, conocido como el Sangüesino, en un nuevo intento de reconquista. Por ello ese mismo año los españoles comienzan a desmantelar el castillo donde murió Sancho VII el Fuerte, principal vestigio de la soberanía del Reino de Navarra de la capital ribera. 

Íñigo Saldase; Nabarralde