Este periódico ha accedido las numeraciones que, supuestamente, no coinciden con ninguna cuenta de CAN y que fueron facilitadas a la UDEF directamente por Hacienda Navarra. Todo apunta a que esas cuentas sí existieron y –según han confirmado extrabajadores de la caja tras ver los documentos– los movimientos de las mismas hubieron de pasar necesariamente a los archivos de Caixabank.
Todos los números de cuenta se dividen en cuatro partes. El primer bloque de cuatro dígitos identifica a la entidad. En el caso de los diez números fantasma empiezan todos por 2054, que era el código de la antigua CAN, por lo que se trata de cuentas previas a la absorción de la caja por el banco.
El segundo ciclo de cuatro números es el que corresponde a la sucursal bancaria donde se han abierto y se gestionan las cuentas. En este caso, ocho de los números empiezan por cuatro ceros que en que el sistema de CAN identifican la sede central: el edificio de Carlos III.
Las otras dos restantes tienen una numeración poco común: 0299. Esta no era una oficina al uso, sino una «oficina instrumental» que entre los trabajadores se conocía como Departamento de Grandes Empresas y que operaba también en las primeras plantas de Carlos III.
El último bloque de diez números contiene también un código oculto particular de CAN. En este caso, hay ocho cuentas que arrancan por «93» y otras dos por «99». Son numeraciones inhabituales, pero reconocibles. Así, el «93» identifica «créditos a empleados», lo cual indicaría que se trata de ocho préstamos a Goñi. Asimismo, las dos identificadas con el «99» se corresponden con cuentas en las que el dinero se anticipa. Normalmente se correspondían con un producto bancario que CAN comercializaba como «Tarjeta + Cerca», aunque no es descartable que tuviera un uso distinto para directivos.
Tras el ultimátum de Velasco apuntando directamente a Gual, Caixabank entregó en menos de una semana todo cuanto se le solicitaba. Esto ocurrió a finales de julio. El banco añadió un ruego para que la información no se pasara a Kontuz por lo que solo la UDEF sabe si han aparecido estas diez cuentas.
Los extrabajadores que han visto los documentos sostienen que Caixabank guarda los movimientos de las diez cuentas, algo que debe hacer por ley. Aunque entienden que, durante la migración de archivos, puede que las cuentas hayan desaparecido como tales, dado que el sistema de anotar los créditos cambió. También subrayan que la UDEF está trabajando metódicamente: «Puede que no sepan nuestros códigos, pero están pidiendo lo que tienen que pedir».
Vía: Gara