Otra oportunidad perdida para Tudela; por Olga Risueño y Màrius Gutiérrez

 




Ya podemos ver finalizada la renovación de una parte del centro de Tudela: reurbanización del Paseo de Pamplona y la calle Muro (que conectan la Plaza Nueva y el casco antiguo con el Paseo del Prado) y urbanización y mejora del citado Paseo del Prado y del entorno del Ebro. 

Esta renovación se ha podido realizar gracias a los fondos europeos conseguidos tanto en la legislatura del tripartito progresista de Larrarte, como en las de UPN-Toquero. La obra ha durado en su conjunto prácticamente cinco años y ha costado en total de más de siete millones y medio de euros (7.500.000 €): dos millones de euros el Paseo de Pamplona, millón y medio de euros la calle Muro y casi cuatro millones de euros el Paseo del Prado (mal llamado corredor Verde). 

Y si a las obras les sumamos el coste de los proyectos y de las direcciones técnicas, nos ponemos en un gasto de alrededor de ocho millones de euros (8.000.000 €). Hemos paseado varias veces por la zona y hemos comprobado que efectivamente se han mejorado el entorno del Ebro y las calles citadas, pero la realidad es que se han dejado bastante parecidas a como estaban... 

Y decimos esto porque las obras no han cambiado sustancialmente los espacios: el Ebro no ha ganado prácticamente nada ni se ha integrado el entorno fluvial en la ciudad, no se han aumentado apreciablemente las áreas peatonales ni las zonas verdes (desde ese punto de vista el Paseo de Pamplona da bastante pena)... 

¿De verdad ha merecido la pena la inversión de ocho millones de euros? No ha habido un auténtico cambio ni transformación del área, más allá de la mejora de los acabados y la actualización de los servicios: el entorno del río se ha remozado pero sigue tan poco conectado con el centro como antes, el Paseo de Pamplona sigue siendo una calle llena de coches, y en general sigue habiendo pocos árboles y pocas zonas verdes. 

Y nosotras creemos que las cosas deberían haberse hecho de otra manera y que todo ese ámbito debería haberse convertido en la conexión verde de la Plaza Nueva con el Ebro, y además haber aprovechado las obras para disponer bastante más zona peatonal, más vegetación y más espacios sombreados en el centro de Tudela. 

Los hechos nos dicen, una vez más, que la preocupación de UPN por una Tudela amable en lo urbanístico no es más que una declaración de intenciones, como lo demuestran que se ha rellenado y asfaltado el espacio inundable del río para consolidar un aparcamiento, que en su conjunto se ha pavimentado más superficie que la que se ha sembrado, y que el Paseo de Pamplona sigue lleno de espacio para los coches. 

Desde nuestro punto de vista, la actuación no ha sido acertada, ya que a pesar de que se ha realizado una inversión muy elevada en pleno centro de Tudela, esa inversión ni lo ha cambiado ni lo ha mejorado significativamente. Y los ocho millones de euros que hemos gastado no han merecido la pena, porque lamentablemente UPN no tiene un modelo de ciudad claro y sostenible. En resumen, y no es la primera vez: OTRA OPORTUNIDAD PERDIDA PARA TUDELA.



Los autores son concejales de Contigo Tudela en la capital ribera.