La situación en Gaza y ahora en la zona de Rafah es gravísima y la amenaza de escalada del genocidio y la expulsión de palestinos de Gaza con la hambruna, enfermedades y bombardeos sobre lo que se prometió como «zona segura» a los desplazados forzosos es cada día que pasa más insoportable. Son momentos especialmente dramáticos con los salvajes ataques sobre RAFAH agravados con el bloqueo a la ayuda humanitaria y el injusto ataque y vaciamiento de ayuda a la UNWRA. Aquí podéis ver el gráfico con las aterradoras cifras del genocidio a la altura del día 120 de agresión en versión original de Euromed y la versión adaptada por YNP. Y no, no son sólo números, son cientos de miles de sueños y futuros asesinados y heridos de redes comunitarias, personas trabajadoras (académicas, periodistas, sanitarias), infancia, familias… Tratan también de generar indenfensión aprendida a escala planetaria. Cuando hablan las bombas y el poder del dinero pretenden que calle la razón y el derecho internacional humanitario, pretenden agotar por terror y cansancio a la solidaridad internacionalista. Y no nos van a callar.
Las políticas de gestos y peticiones a la UE de los gobiernos Irlandés, Belga o de España tras el inicio de juicio por genocidio de Sudáfrica contra Israel en la CIJ son importantes, pero hace falta actuaciones concretas decididas. Por eso los lemas de la manifestación siguen siendo imperativos y válidos como el 20 de enero:
– Paremos el Genocidio en Gaza
– Fin al comercio de armas y a las relaciones con Israel
(que BDZ Nafarroa resume de modo más vehemente como ¡Sanciones a Israel, Ya!)
Para dimensionar hasta que punto desde Europa cofinanciamos -directa o indirectamente- a un gobierno colonialista y que está perpetrando un genocidio ante los ojos del mundo: «La relación entre Europa e Israel que España reclama revisar genera intercambios comerciales de 63.000 millones anuales. La UE es el principal socio israelí, al representar el 25% de las transacciones que mantiene con el exterior»
Por tanto os animamos a todas y a todos a inundar las calles en solidaridad con Palestina y con Gaza, a difundir la llamada y a hacer ruido en RRSS en un momento en que los medios de comunicación van reduciendo drásticamente el espacio dedicado a este insoportable genocidio.