Ángel Sanz: "Conozco a María Chivite desde Juventudes y creo que no ha estado a la altura"




Pedro Pérez Bozal

Ángel Sanz se ha dado de baja del PSN-PSOE y ha renunciado al acta de concejal de Tudela tras advertir con pesar que el que hasta ahora ha sido su partido, con María Chivite a la cabeza, no se atrevía siquiera a decirle de frente que no contaban con él para encabezar de nuevo el proyecto en la capital ribera. 

¿Cómo estás?

Bien. Esta decisión no es fruto ni de un enfado ni de un arrebato: está totalmente meditada. Tras asumir la responsabilidad de liderar al PSN-PSOE en Tudela en 2019 creo que tenía la misma responsabilidad para marcharme de forma digna. Y del partido me di de baja el pasado 9 de enero y, a efectos prácticos, como concejal este pasado 27 de febrero. 

¿Cómo se han sucedido los hechos?

El 22 de julio del pasado año solicité una reunión con María Chivite en calidad de secretaria general del PSN-PSOE. Ya entonces veía pequeños gestos que hacían ver que algo estaba pasando. Además, surgían rumores. 

Y la verdad es que María no se dignó a decirme nada: se desatendió de la situación ante el portavoz del partido en la segunda ciudad de Navarra. Finalmente, Ramón Alzórriz me reconoció hace seis meses que no se contaba conmigo para volver a encabezar la lista. 

¿Qué te ha pasado con María Chivite?

He tenido muy buena relación con ella, de hecho fue gracias a María Chivite de la que surge la propuesta para liderar a los socialistas de Tudela hace cuatro años. "Queremos que seas tú", me dijo. Y, pese a todo, no me arrepiento porque hemos podido trabajar por y para Tudela. No estoy cabreado con ella, pero sí dolido y decepcionado porque son muchos años de relación. La conozco desde Juventudes (Socialistas) y creo que no ha estado a la altura de las circunstancias. 

Es cierto que el partido te pone y te quita, y yo acepto las decisiones democráticas. Pero no son formas. Así no no se hace la política: sin diálogo, sin consenso... Si me llegan a decir que buscan otro perfil, lo hubiera aceptado sin problema. 

Pero creo que lo han hecho desde el oscurantismo que le achacamos a UPN. Algunos parece que no recuerdan que estuve cuatro años de concejal en Olazagutía con dos escoltas y cobrando 42 euros al mes cuando no era fácil presentarse en algunas localidades del norte. 

¿Qué balance haces de estos últimos cuatro años?

No me arrepiento de nada. Nos ha tocado una pandemia y un equipo de Gobierno liderado por un alcalde autoritario (Alejandro Toquero). Pero creo que hemos hecho un buen trabajo, de hecho ahí están los reconocimientos que me han hecho desde el tejido asociativo de la ciudad, de la Junta de personal o incluso desde otras formaciones políticas. 

Me voy feliz y satisfecho tras recibir tantas muestras de cariño. Algunos me critican que sea agresivo en algunas intervenciones, pero no vine a hacer amigos ni a convertirme en un parásito político mientras veía las gestiones de concejales como Fernando Ferrer o Merche Añón. 

A medio y corto plazo simplemente quiero descansar a nivel político.