La epidemia de los suicidios sacude a Navarra



 



Según el último estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE), un total de 3.941 personas se suicidaron en España en 2020, la cifra más alta desde que en 1906 se iniciaron los registros, constituyendo la primera causa de muerte no natural en nuestro país y la primera de cualquier naturaleza entre los jóvenes.

En concreto, en Navarra se suicidaron en 2021 58 personas, 38 hombres y 20 mujeres, un 31,8% más que el año anterior.

Medidas concretas

El senador de UPN por Navarra, Alberto Catalán, defenderá en el próximo pleno del Senado, el 19 de octubre, una moción en la que se insta al Gobierno a que elabore un Plan Nacional de Prevención contra el Suicidio que deberá ser “transversal a diferentes ámbitos”, como el educativo, el sanitario y el social.

La iniciativa exige del Ejecutivo central “medidas, políticas y programas concretos” y solicita que el plan se centre, especialmente, en “la población adolescente, las personas mayores y aquéllas que presenten algún trastorno mental”.

Además, contempla la necesidad de proporcionar medidas concretas de actuación a educadores, agentes sociales, cuidadores, profesionales sanitarios y familiares, así como de difundir “una información veraz y científica que contribuya a la disminución del estigma asociado al suicidio”.

Por último, insiste en que su elaboración debe llevarse a cabo en coordinación con las Comunidades Autónomas y con “las organizaciones de la sociedad civil que vienen desarrollando su labor en la materia”.

En su iniciativa, el senador navarro denuncia que, pese a la recomendación realizada por la Organización Mundial de la Salud en 2014 sobre la conveniencia de establecer estrategias nacionales de prevención del suicidio, “España todavía no ha desarrollado estrategia ni plan nacional e interestatal alguno contra esta epidemia invisible”.

“Frente a esta situación, solo algunas comunidades autónomas han redactado documentos encaminados a la prevención del suicidio, y algunos centros educativos, establecido protocolos de actuación cuya eficiencia depende, en la mayoría de los casos, de la formación y sensibilidad de los propios responsables de convivencia de los centros escolares”, indica el senador de UPN.

Asimismo, insiste en que, “tal y como han puesto de relieve diferentes investigaciones, para prevenir los intentos autolíticos son necesarias medidas que afecten tanto a la educación de niños y jóvenes como al tratamiento eficaz de los trastornos mentales, pasando por el control medioambiental de los factores de riesgo, lo que necesariamente se traduce en un abordaje multidisciplinar del problema que ha de implicar a las administraciones competentes y a las organizaciones que trabajan en este ámbito”.