ELA denuncia que la política fiscal de Navarra es la que quieren las empresas y las rentas más altas, está hecha para satisfacer sus intereses. El sindicato denuncia que los sucesivos Gobiernos de Navarra (han pasado 7 años desde que salió UPN) mantienen una política fiscal al servicio de la patronal: da igual si estamos en crisis, en pandemia, hay crecimiento económico, deflación o inflación, desde el Gobierno de Navarra siempre es tiempo de beneficiar a las grandes empresas y al capital.
La fiscalidad es un debate de fondo, de modelo, y lo que se ha demostrado es que el modelo fiscal de Navarra es muy injusto:
-El nivel de recaudación está muy por debajo de la media europea. Para equipararnos a la media europea habría que recaudar al año 1.746 millones más en Navarra. Es una cantidad que supera, por ejemplo, el presupuesto de Educación, que es de 890 millones en Navarra.
-La recaudación recae en las rentas de trabajo. De 2007 a 2021 la aportación de las rentas de trabajo en el IRPF ha aumentado en 500 millones de euros en Navarra.
-Caída en picado de la recaudación por impuesto sobre sociedades. De 2007 a 2021 la recaudación por impuesto sobre sociedades ha caído en 270 millones de euros. Con ese dinero se podría financiar casi tres veces la Renta Garantizada, que tiene un presupuesto de 97 millones de euros.
-La presión fiscal en el Impuesto sobre Sociedades (1,3% en Navarra) está a la cola de Europa (de media, el 2,4% del PIB). Para igualar la presión fiscal del impuesto sobre sociedades con la media europea se deberían recaudar 235 millones más en Navarra).
Incluso instituciones como el FMI o la Comisión Europea están planteando la necesidad de aumentar los impuestos a las empresas energéticas o la necesidad de aumentar los impuestos sobre el patrimonio, y además de manera significativa.
A la vista de los datos, ELA insta a los socios del Gobierno de Navarra (PSN, Geroa Bai, y Podemos) y los partidos que hasta ahora han posibilitado la aprobación de sus presupuestos (EH Bildu e Izquierda-Ezkerra) a abordar una reforma fiscal que elimine los privilegios de la patronal y las rentas altas. Es más urgente que nunca una reforma fiscal justa que permita aumentar de manera importante los ingresos públicos para poder llevar a cabo políticas que fortalezcan los servicios públicos, y destinar cantidades importantes de fondos públicos para una transición ecológica y energética de carácter público y con control social.
ELA cree que, junto a la lucha contra el fraude fiscal, es necesario aumentar de manera considerable los impuestos al capital. En concreto, ELA propone, entre otras medidas:
-Establecer en el Impuesto sobre Sociedades un tipo mínimo efectivo del 25% sobre los beneficios del ejercicio.
-Que todos los ingresos y rentas tributen según la tarifa general en el IRPF.
-Duplicar el Impuesto sobre Patrimonio y establecer un recargo específico en ese impuesto, entre el 1 y el 10%.