Más de medio centenar de personas se concentran en Tudela contra la reforma laboral, avalada por UPN



 



PSOE y Unidas Podemos han incumplido sus respectivos programas electorales, además de su acuerdo  de Gobierno, al no tumbar la reforma laboral del PP. La vicepresidenta Yolanda Díaz tiró antes de Navidad de triunfalismo tras priorizar la negociación con la CEOE (de la que podría haber informado a los partidos afines) y después se ha negado a modificar siquiera una coma ante sus socios de legislatura, Esquerra Republicana de Catalunya o Euskal Herria Bildu. 

El saludable pacto social no esconde que el Ministerio de Trabajo ha otorgado más poder a sindicatos y patronal que a los legítimos representantes de la ciudadanía, los miembros del Congreso. Es cierto que Díaz cambia la dinámica respecto a la legislación laboral (por fin se amplían derechos) con un texto que batallará contra la temporalidad y ofrece ultractividad indefinida. 

Pero su negociación elitista la ha abocado a abrazarse a lo peor de la derecha: un partido en ruinas como Ciudadanos, los nacionalistas del PDeCAT (que surgió por la corrupción de CiU) y UPN, que en el Congreso sintoniza con Vox. 

Concentración en Tudela

Más de medio centenar de personas se concentraron ayer frente al Ayuntamiento de Tudela para exigir a los partidos políticos que voten en contra del decreto, ya que según ELA y LAB "esa es la única opción de poder derogar las reformas de Rajoy y de Zapatero". 

Las personas concentradas han querido denunciar que el diálogo social "es un fraude para los trabajadores y trabajadoras". Tras lanzar consignas contra la reforma laboral han reivindicado un marco propio de relaciones laborales para que se puedan tomar aquí las decisiones en esta materia sin injerencias de Madrid, respetando que en Navarra UGT y CCOO no tienen el 50% de representación. 

También creen que "el acuerdo de Madrid supone una gran victoria de la patronal. En el año 2012 Rajoy hizo una reforma a medida de la patronal y 10 años después la CEOE ha conseguido que se mantengan los aspectos más regresivos de su reforma". 

"El acuerdo pone en evidencia los límites del diálogo social, deja en evidencia a UGT y CCOO que han pasado de hacer una huelga general hace 10 años contra la reforma de Rajoy a dar por bueno los aspectos más regresivos de la misma. El diálogo social sirve como coartada a PSOE y Unidas Podemos para incumplir su compromiso de derogar la reforma laboral", afirman.