Un grupo de empresarios denuncia a los propietarios argentinos del CD Tudelano: "Que se vayan cuanto antes"



 



Los propietarios del Club Deportivo Tudelano negaron este viernes que deban dinero a los jugadores y admitieron que han negociado com un grupo de empresarios de Navarra y Aragón con los que llegaron a firmar "un documento de declaración de intenciones", explican. 

La directiva que lidera el exfutbolista argentino Guillermo Pereyra niegan que cristalizase una operación de compraventa que podría haber sido formalizada en diciembre, tal y como han denunciado los empresarios ante los juzgados de Tudela. 

"Existe un documento firmado que se tiene que llevar al notario y no lo quieren hacer. Requerimos que se ejecute ese contrato y, por esta razón, hemos puesto en manos de la justicia la compraventa del club", explica un portavoz de los empresarios a Tudelahoy

Los miembros de la actual junta directiva, añade el portavoz, "deberán explicar ante el juez por qué no quieren firmar, pero eso deberá tener unas consecuencias porque existe un contrato firmado. No queremos resarcirnos económicamente, solo queremos que ejecuten el contrato, que vayan al notario, firmen, y se vayan cuanto antes". 

Baile de propietarios

Guillermo Pereyra y Raúl Sánchez lideraron el grupo inversor argentino que adquirió este pasado verano por 800.000 euros el 97% de las acciones del Club Deportivo Tudelano, recién ascendido a Primera RFEF, tras la conversión del equipo en Sociedad Anónima Deportiva. 

Los empresarios, que afirmaron por boca de Pereyra no ser "ni locos ni magnates", firmaron un convenio con el Ayuntamiento de Tudela, que financió 300.000 euros de los 473.000 que costaron las obras para iluminar el estadio Ciudad de Tudela, y anunciaron que querían asumir el coste de las reforma integral de la instalación, con una inversión que ronda los 3 millones de euro. 

A cambio, el CD Tudelano dispondría en exclusividad de un estadio al que el consistorio iba a implantar césped artificial, según Navarra Suma, para dar cabida a más clubes tudelanos. Esta obra ponía en un brete a los inversores argentinos, ya que el césped natural es obligatorio en Primera RFEF. 

Eso sí, la discreta trayectoria del cuadro blanquillo complica las opciones de permanencia del club blanquillo, que tiene contraída una deuda con el Ayuntamiento de Tudela de 135.000 euros en concepto de agua. 

Estos malos resultados deportivos quizá animaron a Pereyra y a sus socios a sopesar la venta de un club que, según ellos, iba a intentar pasar de 500 socios a 5.000 y a ascender a segunda división en un plazo de cinco años.