Treinta años no es nada: Así salvó Julio Anguita al PCE de su desaparición



 





Por Pedro Pérez Bozal: 

La desintegración de la Unión Soviética y la caída del 'muro de Berlín' contribuyeron a la estigmatización del comunismo y conllevaron que formaciones marxistas occidentales como el PCI italiano se hicieran el harakiri para renacer a través de otras siglas que acabarían muriendo. 

De esta ola liquidacionista se salvó el histórico Partido Comunista de España (PCE), que hoy forma parte del Gobierno central. La formación marxista se jugó su supervivencia en su XIII Congreso con Julio Anguita como principal defensor de la supervivencia del partido. 

Efeméride

Alberto Cubero, secretario político del PCE de Aragón, recuerda en Mundo Obrero que se han cumplido tres décadas "del logro de frenar en España la materialización de uno de los mayores ataques ideológicos en Europa occidental, la disolución de los partidos comunistas". 

"En el centenario del PCE hay que recordar que si es posible celebrarlo es entre otras acertadas decisiones porque hace treinta años no se decidió disolverlo en la única vez en nuestros cien años de historia en la que se llegó a plantear ese debate", añade. 

El PCE, etapa superada

Muchas voces decían que el PCE era una etapa superada que contribuía a dañar a Izquierda Unida, que podría convertirse en un partido político al uso. No estaba de acuerdo con estas tesis Julio Anguita, que a finales de 1991 dimitió como coordinador federal de IU después de que la cúpula de la coalición se negase a desaprobar el intento de independencia de la federación valenciana de la formación. 

Anguita frenó las posiciones liquidacionistas de Juan Berga, Francisco Palero, Juan José Azcona, Nicolás Sartorius, Antonio Gutiérrez y elementos de la corriente Nueva Izquierda, que tras denunciar la pinza entre Anguita y Aznar se integraron en el PSOE. 

Pero 'El Califa rojo', avalado por sus extraordinarios resultados en Andalucía y a nivel estatal, ganó el liderazgo del PCE con el 75% de los votos frente al 25% de Francisco Palero. 

Polémica

Anguita explicaba en 1991 en El País que no entendía por qué existía la tesis de la desintegración del PCE: "Yo no sé por qué existe esa polémica, en la que participan gente del partido y de fuera, como si fuera una necesidad histórica para este país que el PCE desapareciera. Y yo les digo: ¿cuáles son los crímenes del PCE? ¿Que han caído los regímenes comunistas? Bien, precisamente los regímenes que nosotros censuramos. Luego, lo que constituye un triunfo teórico y político del Partido Comunista no puede, en ninguno de los casos, constituir su fracaso". 

"Es que si nosotros cambiamos el nombre estamos abjurando de nuestra historia. Y yo me siento orgulloso de nuestra historia. Además, si renegamos del pasado estamos concediendo al adversario ideológico una baza, y a mí no me da la gana de entregar esa baza. Yo soy comunista del PCE y me siento muy orgulloso. Hablando de democracia, de participación y de transparencia siento que estoy en un partido capaz de darle clases a todos los demás. ¿Desaparecer yo? Por favor", añadía. 

Anguita se sentía "orgulloso de ser comunista y de ser del PCE, de las dos cosas. Del P-C-E. Lo siento, pero no soy comunista a la defensiva, sino a la ofensiva, y muy a la ofensiva. Cuando quiera nos sentamos a debatir los derechos humanos o la derecha". 

Enrique Santiago

Muchos años han tenido que pasar para que otro dirigente del PCE lograse recuperar el brío del partido y sentirse orgulloso de su historia. Eso lo está haciendo Enrique Santiago, secretario de Estado de la Agenda 2030. 

El secretario general del partido ha liderado los fastos del centenario del partido y ha explicado orgulloso que al PCE lo ilegalizaron tres veces: "Lo hizo la dictadura de Primo de Rivera. Lo hizo la derecha durante el bienio negro de la II República. Y lo hicieron los franquistas durante la dictadura. Los neoliberales anunciaron nuestra desaparición cuando decretaron el final de la historia".