Los 5 errores de Toquero al pedir que se prohíba la concentración de Sare en Tudela



 



Alejandro Toquero prosigue con su frenética carrera para ganar notoriedad mediática a costa de cualquier asunto supramunicipal. El alcalde de Tudela ha pedido esta mañana a la Delegación de Gobierno en Navarra que prohíba la manifestación convocada por Sare en la ciudad ribera mañana sábado a las 17.00 horas en la Plaza de San Jaime. 

Sus 5 errores

Uno: Sare no va a enaltecer a terroristas en las concentraciones de mañana

Toquero se acoge al artículo 61 de la ley 29/2011 de Reconocimiento y Protección Integral de las Víctimas del Terrorismo que obliga al Estado a defender a las víctimas del terrorismo e impedir el enaltecimiento del terrorismo, de los terroristas o de las organizaciones terroristas.

Sorprende que la promesa de Navarra Suma presuponga que Sare vaya a enaltecer el terrorismo cuando este colectivo simplemente va a pedir, en Tudela y otros 200 municipios de Navarra y Euskadi, que el Estado acabe con la política de excepción que aleja a los exmiembros de ETA de las cárceles del norte. 

La Audiencia Nacional se negó hace unos días a prohibir otras concentraciones de Sare y su resolución debería haber sido leída por Toquero antes de salir en rueda de prensa: "Los elementos con los que contamos en este momento ponen de manifiesto que se trata de la expresión de un deseo de acercamiento de presos a los centros penitenciarios del País Vasco, sin entrar en la justificación o ensalzamiento de las acciones por las que se hallan privados de libertad, conducta amparada por el derecho a la libre expresión en el ámbito del procedimiento penal". 

La resolución también explica que "la base de meras hipótesis sobre la futura e incierta comisión de delitos no tienen cabida ex ante (antes del suceso) en el ámbito penal", tal y como pretende Toquero. 

Dos: La Constitución

Toquero, tan constitucionalista, olvida que uno de los derechos fundamentales acogidos en la Carta Magna es el "derecho de reunión, manifestación y asociación". Nos vamos al artículo 21 del capítulo segundo del título I, que versa sobre los derechos y deberes fundamentales: "En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes". ¿Existen razones fundadas? Negativo. 

Tres: "Justa y coherente"

Toquero dice que su exigencia es "justa y coherente" a pesar de que ni uno solo de los otros 200 primeros ediles de los municipios vascos y navarros se les ha ocurrido semejante petición, solo entendible por la obstinación de UPN Tudela de monopolizar sus perfiles en las redes sociales de continuos recuerdos a ETA. 

Es evidente que algunas formaciones han decidido mantener el discurso sobre la banda terrorista como si esta no se hubiese disuelto hace una década. La estrategia de UPN Tudela es tan legítima... como incomprensible si tenemos en cuenta que Sare realizó manifestaciones y concentraciones idénticas a las de mañana cuando Mariano Rajoy mandaba con el apoyo de UPN.

No se recuerda que los regionalistas tudelanos protestasen demasiado cuando Aznar y Rajoy acercaron presos de ETA al norte ni cuando se producían manifestaciones de Sare apoyadas por colectivos proderechos humanos que piden al Estado español que acabe con su anacrónica política penitenciaria. 

Cuatro: El vídeo

Toquero vuelve a hablar de ETA a pesar de que sigue sin pedir perdón ni rectificar por faltar a la verdad al escribir hace unos días en las redes sociales que Tudela acogió una manifestación en favor de los presos de ETA que nunca se produjo. 

El alcalde de Tudela, además, dijo que iba a visionar unas cámaras municipales para saber quién había realizado una pintada que supuestamente enaltecía a la banda terrorista, cuando en realidad era despectiva hacia la extinta banda armada. A esta hora no hay noticias sobre sus pesquisas. 

Cinco: Memoria selectiva

Resulta curiosa la obsesión de UPN Tudela de perseguir a los terroristas que mataban principalmente en Euskadi cuando el partido regionalista en la pasada legislatura mostró escaso entusiasmo ante la propuesta del tripartito para que algunos terroristas, de los que mataban en 1936 o se beneficiaron de un Régimen fascista, se quedasen sin calle en el barrio de Lourdes. 

Parece ser que algunos piden olvido para los crímenes del 36 y mucha memoria para algunos crímenes del norte: los de ETA sí, los del GAL y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ni hablar.