Julen Rekondo advierte que la limpieza de los ríos que exigen algunos agricultores puede ser contraproducente
El prestigioso especialista medioambiental Julen Rekondo ha asegurado en eldiario.es sobre las exigencias de UPN y agricultores sobre la limpieza del Ebro que "los ríos, cuando tienen vegetación, no están sucios, tienen lo que tienen que tener para ser ríos y crear distintos hábitats. La vegetación de ribera es primordial para el mantenimiento de la calidad ecológica del río".
"Un río está sucio cuando contaminamos sus aguas con desechos, cuando depositamos escombros y numerosos residuos echando basuras de todo tipo y utilizando el río como un auténtico vertedero. Esto sí es un río sucio que debe ser limpiado. Una correcta gestión del espacio fluvial debe favorecer siempre la existencia de vegetación en el río", añade.
Rekondo, Premio Nacional de Medio Ambiente, explica que "cuando las riberas están cubiertas de vegetación, las aguas del río erosionan más el lecho que las orillas y el cauce es más estable reduciéndose, también, el riesgo de desbordamientos en ese tramo. Cuando se producen desbordamientos del río, hay que decir que la vegetación de ribera contribuye a disminuir la velocidad y la fuerza de la corriente y a retener los sedimentos y los sólidos de mayor tamaño".
Alfredo Ollero, profesor titular de Geografía y Ordenación del Territorio en la Universidad de Zaragoza, dice que cuando algunos piden "limpiar un río" no pretenden "liberarlo de basuras, sino eliminar sedimentos, vegetación viva y madera muerta, es decir, elementos naturales del propio río. Se demanda, en definitiva, agrandar la sección del cauce y reducir su rugosidad para que el agua circule en mayor volumen sin desbordarse y a mayor velocidad".
Medidas
Varios alcaldes de la zona, entre los que sorprendentemente se encontraba Alejandro Toquero, pedían hace unos días que se continuase "desde Castejón con el retranqueo de motas que se inició en Alfaro, la creación de zonas inundables o aliviaderos en varios puntos concretos del cauce del río y plantear limpiezas estratégicas en determinadas zonas bajo criterios técnicos y medioambientales".
Diario de Noticias ha informado sobre el plan del Ayuntamiento de Castejón para convertir el Soto de Giraldelli en una zona inundable permanente, lo que redundaría en el alivio para las inundaciones aguas abajo de Castejón,
Eduardo Navascués, de Ecologistas en Acción, por su parte aseguró que la existencia de las defensas de Traslapuente y La Mejana desvían el agua hacia el casco urbano de Tudela y son las que provocan que una veintena de calles se aneguen.
El activista aseguró que "las motas de La Mejana y Traslapuente están afectando gravemente a la ciudad, como atestiguan los tajamanes del puente. La construcción de estas motas cambió la dirección del cauce. Ahora el río incide de manera oblicua en los pilares y lo más grave de la riada se dirige a la desembocadura del Queiles y Mediavilla. La elevación de Traslapuente en los años 70 está haciendo que no pueda ocupar la llanura de inundación y se venga para la parte más baja de la ciudad. Lo vivido es algo inaudito: Traslapuente seco y el Casco Viejo inundado. Es el mundo al revés".