El nivel del Ebro alcanzó ayer Tudela el pico de su crecida a las 14:00 horas, hasta una altura de 6,18 metros y un caudal de 2.709 metros cúbicos por segundo, según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro. El caudal, que ha comenzado a descender, llegó a superar al de las riadas de 2015 y 2018, cuando fueron 2.691 y 2.682 m3/s, respectivamente.
Esta crecida histórica ha anegado más de veinte calles del Casco Antiguo por más de un metro de agua, siendo atendidos sus vecinos por las lanchas de Protección Civil. Y también ha provocado innumerables daños materiales entre los que no se encuentra el Puente del Ebro a su paso por Tudela, tal y como explicó ayer el Ayuntamiento.
"Circula por redes una fotografía en la que se puede ver una grieta antigua en el asfalto dando a entender que se han producido daños en la infraestructura. No es cierto. La grieta no es resultado de la riada. Ya estaba ahí antes", aseguran.
Recomendaciones e incidencias
El Ayuntamiento de Tudela ha pedido a la ciudadanía que respete las zonas valladas por Policía Local (puente del Ebro, etc), que tenga prudencia a la hora de tomar fotografías y que evite el paso por la pasarela de paseo de Pamplona si no es imprescindible a pesar de que la Brigada Municipal de Obras ha procedido a reforzarla para emergencias.
El consistorio tampoco recomienda circular por el centro si no es totalmente imprescindible y que se sigan las indicaciones de Policía Local y Protección Civil, que están haciendo llegar medicinas o elementos de primera necesidad a los domicilios cercados por el agua medicinas y otras necesidades.
En la ciudad hoy seguirá suspendida la zona azul y también se han suspendido todas las clases y actividades programadas en el complejo de Ribotas.