La presidenta de la Comunidad Foral, María Chivite, ha presidido por primera vez el homenaje a los reyes y reinas del antiguo Reino de Navarra, celebrado ayer con representantes de las instituciones forales en el Monasterio San Salvador de Leyre
Navarra recupera así esta tradición iniciada en 1973 por la entonces Diputación Foral, y que se vio interrumpida en 2019 por el cambio de Gobierno tras los comicios electorales y el pasado año por la pandemia del COVID-19. Cabe recordar que este monasterio custodia los restos de los primeros reyes del Reino de Pamplona, precursor del Reino de Navarra.
El acto, de carácter civil, dio comienzo con un recorrido por el recinto del Monasterio del cortejo oficial, integrado por los ujieres que portaban la corona de flores y los objetos de la ofrenda, maceros y rey de armas y las autoridades: la presidenta de Navarra, María Chivite, el presidente del Parlamento, Unai Hualde, y las consejeras y consejeros del Gobierno foral. Mientras avanzaba la comitiva, la Banda de Trompetas y Timbales del Gobierno de Navarra interpretó el Himno de Navarra, Marcha para la entrada del Reyno.
Al entrar en el templo, las autoridades recibieron el saludo del abad mitrado del Monasterio, Juan Manuel Apesteguía, y ocuparon sus lugares frente al panteón de las reinas y reyes. A continuación se dio lectura, en castellano y euskera, a un texto redactado por la historiadora Eloísa Ramírez que explicaba el simbolismo de Leyre en la historia de Navarra, y se leyó otro texto sobre la tradición de rendir homenaje a los reyes y reinas.
Seguidamente, tuvolugar la ofrenda de las tres instituciones forales (Parlamento, Gobierno y Presidenta) a los monarcas. En concreto, el vicepresidente primero, Javier Remírez, ofreció un fácsimil del 'Códice del ceremonial de la coronación, unción y exequias de los reyes de Inglaterra'; y el presidente del Legislativo, Unai Hualde, hizo lo propio con otro fácsimil de la redacción arcaica del Fuero Antiguo de Navarra (1238) bajo Teobaldo I. Para finalizar, la presidenta Chivite ha depositado una corona de flores rojas con la leyenda 'Navarra a sus reyes y reinas. Nafarroak, bere errege-erregine'. La ofrenda finalizó con la interpretación del Himno de Navarra.
Tras finalizar el acto, la comitiva oficial ha posado en la escalinata ante la Porta Speciosa, y ha proseguido su recorrido hasta el patio de la Hospedería, donde el grupo de danzas Rocamador de Sangüesa / Zangoza ha ofrecido un espectáculo de danzas tradicionales representativas de la Merindad.
Intervenciones musicales
El acto contó con las intervenciones musicales de la Coral Nora de Sangüesa / Zangoza, dirigida por Bruno Jiménez, con José Luis Echechipía al órgano, que interpretó In Paradisum (Requiem), de G. Fauré (1845-1924); Final, de Eduardo Torres (1872-1935), Agur Jaunak, en armonización de P. Aldave (1924-2013), y el Himno de Navarra, Marcha para la entrada del Reyno (V. Ruiz López).
Además, el Coro de Monjes del Monasterio interpretó la composición en canto gregoriano Lux Eterna (siglo XII).
Actuación del grupo 'Rocamador'
El espectáculo de danzas a cargo del grupo Rocamador incluyó ocho piezas: Ad Reges Navarrae, un saludo a la bandera de Navarra, con música creada para la ocasión por Luis María Vital; Zortziko, de Daniel Piudo; Ttun Ttun de Isaba / Izaba y Uztárroz; Polka Rocamador; Axuri Beltza de Jaurrieta; Cantarico de Buenaventura Iñiguez; Zorrompo y Jota Vieja de Sangüesa.